Estados Unidos

Los motivos reales de Joe Biden para respaldar a los huelguistas del sector del automóvil en Estados Unidos

Es una imagen nunca vista, la de un presidente de Estados Unidos sumándose a la protesta de unos huelguistas. Pero, naturalmente, hay razones muy importantes y no tienen nada que ver con el conflicto entre el sindicato que ha convocado la protesta y las tres grandes compañías automovilísticas a las que se les piden mejoras salariales y garantías de empleo. No, lo que está en juego es quién gana el año que viene uno de los estados decisivos en las elecciones a la Casa Blanca.

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Primero fue Donald Trump quien anunció que iba a ir Michigan a apoyar a los trabajadores de las empresas automovilísticas.

En cuanto se enteraron en la Casa Blanca, les hizo falta solo hora y media para anunciar que Joe Biden también estaría hombro con hombro con los líderes sindicales en la protesta en la calle.

A Biden no le ha quedado más remedio que salir a tomar partido directo por los trabajadores que reclaman muy notables mejoras salariales a las compañías automovilísticas, a las que exige compartir los beneficios de los últimos años.

Trump solo va para decirles a los trabajadores que sus problemas no son culpa de las compañías automovilísticas, sino del empeño de los demócratas de hacer una transición a economía más verde y, por tanto, apostar por coches eléctricos que contaminan menos pero que se elaboran en fábricas diferentes, en muchos casos en el extranjero, exigiendo menos empleados y, por lo general, con salarios inferiores.

Michigan, un estado clave

Lo más importante en juego, sin embargo, no es ni el salario ni el puesto de trabajo de los huelguistas sino su apoyo para las próximas elecciones. Michigan -y los estados limítrofes- es clave para las próximas elecciones. En 2016 lo ganó Trump y fue presidente. En 2020 lo ganó Biden y fue presidente. La diferencia de voto es mínima.

En EEUU solo el 10% del electorado está afiliado a un sindicato pero el 20% de quienes al final votan sí pertenecen a algún sindicato. Por eso, con esta huelga histórica los dos probables candidatos necesitan que se les vea del lado de los sindicatos.

Quien más se juega es Biden. Ideológicamente está mucho más cerca de los trabajadores. Pero, ahora, si no consiguen un buen acuerdo, el fracaso quedará asociado con él. Y Biden no está para más fracasos.

Todas las encuestas le ubican por debajo de Trump en intención de voto. Por supuesto, eso no quiere decir que vaya a perder las próximas elecciones. Hay dos razones para ello.

Una, aún falta más de un año en el que van a ocurrir eventos de calibre mayúsculo.

Dos, Biden está perdiendo intención de voto pero no le importa perder apoyo de sus votantes tradicionales -mujeres, sindicalistas, afroamericanos, hispanos, jóvenes, etc- si sigue ganando los estados donde necesita ganar.

Es decir, no importa que gane un estado por solo 1 punto en vez de 10 si lo sigue ganando.

Pero Michigan sí lo puede perder y, con él, las elecciones. Por eso estamos viendo algo tan raro como un presidente de EEUU al lado de los huelguistas y un candidato como Trump intentando también ganarse su confianza. Es una de las muchas sorpresas que vamos a ver en los próximos meses.

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