El director gerente del FMI ha pasado su segunda noche en la carcel de Rikers Island, una de las más peligrosas del país. La única ventaja de la que disfruta es por razones de seguridad- la de estar aislado del resto de presos.
Strauss-Kahn ocupa una celda como ésta, de doce metros cuadrados. Tiene como único mobiliario una cama de acero fijada a la pared, un lavabo y un inodoro.
Ha pasado su segunda noche en prisión y lo ha hecho bajo vigilancia especial. El informe es secreto pero los médicos han detectado en Dominique Strauss Kahn riesgo de suicidio por eso le han quitado su ropa y los cordones de los zapatos.
Lleva un reloj de suicidio tras haberle realizado un examen mental.
Cuando entras en el sistema eres evaluado por doctores y psicólogos. Ellos consideraron necesario instalar este dispositivo. Además duerme con una mascarilla de presión debido a que tiene apnea del sueño.
Kahn se levanta a las 5 la mañana y sale al patio durante una hora. Ayer tomó café,dos hamburguesas de pavo y pure de patatas. También se ha filtrado que recibió una visita, quizá de su mujer. De la que tampoco se sabe nada, es de la supuesta víctima. Su hermano ha contado que lleva dos días llorando.
Ella se está recuperando lentamente Ella no tenía ni idea de quién era este hombre cuando entró en la habitación y, de hecho y con toda honestidad no supo como era de importante hasta el día siguiente.
Así que la idea de que ella podría estar involucrada en algún tipo de conspiración es ridícula. Strauss Kahn intentará demostrar que en el momento de la agresión, se encontraba en una comida privada. Sus abogados también podrían alegar que se trató de sexo consentido. La fiscalía luchará presentando los vídeos de seguridad del hotel y los registros de la tarjeta electrónica de la habitación.
