19 niños asesinados en un tiroteo en una escuela de Texas en el que también han muerto al menos un profesor y el atacante, que ha sido abatido por la policía. El agresor, Salvador Ramos, de 18 años, irrumpía con un arma de mano y posiblemente un rifle, sobre las 11.37 hora local, en Uvalde, a unos 133 kilómetros de San Antonio, en Texas.
El tiroteo es el más letal en Estados Unidos en lo que va de 2022. Ocurrió diez días después de que diez personas fallecieran por disparos en un supermercado en Búfalo (Nueva York) en un ataque con motivaciones racistas. Es, además, el segundo tiroteo en un centro escolar más mortífero de la última década, después del ocurrido en 2012 en la escuela de Sandy Hook, en Newton (Connecticut), donde murieron 26 personas, entre ellas 20 niños.
El tercero más letal es el de 2018 en el instituto secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida), donde hubo 17 fallecidos. Se da la circunstancia de que el republicano Abbott, el gobernador de Texas, es una firme defensor de las armas de fuego y en 2021 firmó una serie de leyes estatales que convirtieron a Texas en un "santuario" para este tipo de armamento. Hace poco hizo un llamamiento pidiendo a la gente de Texas que comprara más armas.
En total, ha habido al menos 212 tiroteos masivos en 2022, según la organización sin fines de lucro Gun Violence Archive.
El tiroteo masivo de 2012 en la Escuela Primaria Sandy Hook impulsó una nueva ley de Texas que creó un programa de policía escolar que permite a ciertos empleados tener armas de fuego en las escuelas del estado. Cuatro años más tarde, los legisladores permitieron a los tejanos portar armas de fuego abiertamente en lugar de tener que ocultarlas y exigieron que las universidades públicas permitieran que cualquier persona con la licencia adecuada portara armas ocultas en dormitorios, aulas y edificios del campus. En Estados Unidos, hay más armas que ciudadanos censados.
Reacciones de políticos y personalidades de la cultura y el deporte
Acompañado por su mujer, profesora, Joe Biden comparecía ante la prensa diciendo: "estoy harto y cansado de esto". El presidente pedía acabar con el lobby de las armas. Biden ordenó que las banderas del país ondeen a media asta en la Casa Blanca y en todos los edificios federales, instalaciones militares y buques de guerra hasta la puesta de sol del próximo 28 de mayo. "Como nación, tenemos que preguntarnos, ¿cuándo, en nombre de Dios, vamos a hacer frente al lobby de las armas? ¿Cuándo, en nombre de Dios, haremos lo que todos sabemos en nuestras entrañas que se debe hacer?"
Momentos después de que se conociera la noticia del tiroteo mortal en una escuela de Texas, el senador demócrata de Connecticut, Chris Murphy, acusaba a sus colegas de complacencia y les rogó que aprobaran una ley de control de armas. "¿Qué estamos haciendo? No es inevitable. Esto sólo pasa en este país, en ningún otro sitio los niños van a la escuela con miedo.. pensando que son los siguientes".
La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, también lanzaba un "basta ya" y pedía unión a los líderes políticos para tomar una posición ante este problema.
Steve Kerr, entrenador y exjugador de baloncesto, estallaba contra los republicanos por rechazar el control de armas. El actor Matthew McConaughey, quien nació en Uvalde, el escenario de la tragedia, describió la violencia armada como una "epidemia que podemos controlar". Una vez más, hemos demostrado trágicamente que no somos responsables de los derechos que nos otorgan nuestras libertades”, dijo el actor de 52 años en un comunicado.
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Ken Paxton, el fiscal general de Texas, ha sugerido en entrevistas a varios medios, tener a los profesores armados en una entrevista: “maestros y otros administradores que hayan recibido capacitación y que estén armados salvaría vidas".
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