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DISIPADAS CON GAS LACRIMÓGENOS

Manifestaciones en Turquía tras la toma de un diario crítico por parte del Gobierno

Cientos de personas, la mayoría mujeres, se congregaron ante el edifico del periódico para apoyar a sus trabajadores y denunciar lo que consideran un ataque a la libertad de prensa.

La Policía turca usó gas lacrimógeno y cañones de agua contra una manifestación frente a la sede en Estambul del diario Zaman, una publicación crítica con el Gobierno que ha sido puesta bajo control del Ejecutivo y cuya redacción fue ocupada anoche por agentes antidisturbios.

Cientos de personas, mayoritariamente mujeres, que se habían congregado ante el edificio del periódico para apoyar a sus trabajadores y denunciar lo que consideran un ataque a la libertad de prensa fueron dispersadas por los agentes.

Los manifestantes portaban pancartas con lemas como "Zaman no será silenciando incluso si se silencia a todo el mundo" y mostraban ejemplares del diario de hoy, en cuya primera plana completamente en negro se lee "La Constitución suspendida".

Los agentes, que custodian desde anoche la sede del diario, comenzaron sobre las 11.00 GMT a lanzar gases y agua a presión contra la multitud. Turgay Olcayto, presidente de la Sociedad Turca de Periodismo, explicó por teléfono que la actuación policial de hoy no se corresponde ni con "los niveles más bajos de democracia".

Un tribunal turco ordenó ayer la intervención de Zaman, el diario más vendido del país eurasiático, y el control por parte de un equipo de administradores nombrados por el Gobierno. 

Tras esa decisión, la Policía irrumpió por la noche en el diario y dispersó a los lectores y simpatizantes del medio que se habían congregado en la puerta. Esta mañana, los trabajadores tuvieron que pasar un control policial para poder acceder al edificio. El Gobierno turco acusa a Zaman de estar vinculado a la red del predicador Fetullah Gülen, sospechoso de terrorismo y de planear un golpe de Estado.

Zaman tuvo una línea editorial de apoyo al Gobierno hasta diciembre de 2013, cuando se sumó a las acusaciones de corrupción contra el entonces primer ministro y ahora presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

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