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TRES MESES DE CRISIS

"Mamá, perdóname, salí a defender mi patria" el grito de dolor de una estudiante de Nicaragua en las protestas que ya suman 370 muertos

Estudiantes de Nicaragua opuestos al Gobierno de Daniel Ortega han mandado mensajes de despedida a sus familiares, entre llantos y el sonido de las balas. Fueron grabados durante la violenta ofensiva lanzada esta semana contra la ciudad de Masaya, el principal bastión de la rebelión civil iniciada hace tres meses y que ha dejado ya casi 400 muertos.

Nicaragua cumple tres meses de su crisis más sangrienta desde la década de 1980, que se inició con unas manifestaciones contra una reforma a la seguridad social y que se convirtió en un grito nacional que pide la salida del presidente Daniel Ortega y que ha polarizado al país.

En este clima, varios agentes han torturado a una mujer para saber quiénes estaban en las barricadas de estudiantes, el colectivo que ha iniciado esta oleada de protestas. La mujer, a la que los agentes le han realizado cortes en las piernas, narra cómo les reprimen."Temo por mi vida", lamenta la mujer.

Después de 92 días, Nicaragua suma más de 370 muertos, según cifras de organismos humanitarios, miles de heridos, denuncias de "desapariciones forzosas", cientos de detenidos y miles solicitando refugio en la vecina Costa Rica.

Este miércoles, cientos de efectivos de las "fuerzas combinadas" del Gobierno celebraron, con vítores y música, la toma de control de Masaya, donde este martes derribaron las barricadas y borraron pintadas con frases contra el presidente Ortega.

Efectivos de la Policía Nacional, parapolicías, paramilitares y antimotines llevaron a cabo en Masaya la llamada 'Operación Limpieza', que consistió en derribar los "tranques" que seguían levantados y eliminar cualquier resto que recordase que el pueblo se declaró "territorio libre del dictador", en referencia a Ortega.

El operativo policial, que se llevó a cabo de forma violenta por parte de las fuerzas estatales hacia la población, se saldó con tres personas fallecidas en la localidad.

Este miércoles, la comunidad Monimbó, de tradición indígena, amaneció atestado de miembros de las "fuerzas combinadas", quienes aseguraron que "ha vuelto la paz y la tranquilidad" para los pobladores, afirmación que contrasta con la escena del entierro de un joven de 15 años asesinado en la refriega de ayer.

Una tía del fallecido, quien rehusó brindar su identidad, dijo a Efe que la aparente calma que se respira en Masaya es "falsa", pero "la gente tiene miedo a salir", debido a la fuerte presencia de miembros de las "fuerzas combinadas".

La vicepresidenta Rosario Murillo proclamó la "victoria sobre esas fuerzas tenebrosas", en referencia a los manifestantes antigubernamentales que, a juicio del Ejecutivo, intentan derrocar al Gobierno.

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