Malasia devolverá 3.000 toneladas de basura de plástico a sus países de origen, según ha anunciado este martes la ministra de Medio Ambiante, Yeo Bee Yin, siguiendo con ello la senda marcada por otros países asiáticos.
El año pasado, Malasia fue el principal destino de la basura de plástico a nivel mundial después de que China prohibiera su importación, lo que desvió el flujo de más de siete millones de toneladas de desechos.
Las fábricas de reciclaje se han multiplicado en Malasia y muchas operan sin el control adecuado, por lo que las comunidades locales han empezado a quejarse de problemas ambientales. Los plásticos que no pueden reciclarse se queman liberando agentes tóxicos a la atmósfera o acaban en vertederos locales contaminando la tierra y los acuíferos.
Yeo ha criticado que los ciudadanos de los países occidentales no son conscientes de la cantidad de basura que generan y creen que se recicla cuando en realidad se envía a otros lugares donde causa daños ambientales. Como ejemplo, ha mencionado una empresa británica que en los últimos dos años ha exportado 50.000 toneladas a Malasia.
"Estamos urgiendo a las naciones desarrolladas que revisen su gestión de la basura de plástico y dejen de enviarla a los países en desarrollo", ha dicho. "Si la enviáis a Malasia, la devolveremos sin piedad", ha afirmado la ministra de Medio Ambiente durante una inspección en el puerto de Klang, a las afueras de Kuala Lumpur.
Así, ha anunciado la próxima devolución de 60 contenedores que llegaron a Malasia de manera ilegal, "bajo falsas declaraciones y otros delitos", con 3.000 toneladas de basura de plástico. El Gobierno ya ha identificado al menos 14 países de origen, incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Australia o Canadá. Ya ha devuelto cinco contenedores a España.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, anunció la semana pasada que contrataría una empresa privada para devolver a Canadá 69 contenedores con basura que llegaron entre 2013 y 2014 en una transacción comercial que no tuvo autorización del Gobierno filipino. Si se niega a aceptarlos, ha ordenado liberarlos en aguas canadienses.
Este mes, unos 180 países han acordado modificar la Convención de Basilea sobre el comercio mundial con basura de plástico para que esté mejor regulado. Estados Unidos, el mayor exportador de este tipo de desechos, sigue sin ratificar este tratado internacional, vigente desde 1992.