Derrumbe Miami

La lluvia complica el rescate de supervivientes en Miami tras el derrumbe del edificio Champlain Towers

Las precipitaciones que desde esta mañana caen en la ciudad de Miami dificultan las labores de búsqueda. El número de muertos asciende a cuatro y el de desaparecidos a 159, según el último recuento

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La lluvia que cae este viernes sobre Miami (EEUU) está dificultando las tareas de rescate después de que el jueves un edificio de 12 plantas, el Champlain Towers, ubicado en una de las zonas residenciales de la ciudad, se desplomase.

Mientras se investigan las causas del accidente, los equipos de rescate continúan con la búsqueda de supervivientes, ahora lastrada por las precipitaciones. Por el momento se han hallado cuatro cadáveres y 159 están desaparecidas, de acuerdo al último recuento oficial.

La alcaldesa del condado, Levine Cava, ha explicado que se mantiene "la esperanza de hallar a personas con vida" y la búsqueda entre la montaña de escombros va a continuar a pesar del "extremo riesgo" que significa para los rescatistas.

En una rueda de prensa, Cava ha destacado el trabajo que están realizando los bomberos al tiempo que añadía que están tan motivados que hay ocasiones en que deben ser "sacados" del amasijo de materiales del derrumbe, donde hoy se empezó a trabajar con maquinaria pesada para retirar parte de los escombros y facilitar la búsqueda.

Los más de 100 rescatistas, que han trabajado en turnos durante toda la noche, no han escuchado voces pero sí sonidos que no necesariamente pueden ser producidos por humanos sino que pueden deberse a movimientos de los materiales amontonados y es en esos lugares donde se busca con más detenimiento, según ha explicado un portavoz de los bomberos de Miami-Dade.

Identificación de cadáveres

El director de la Policía de Miami-Dade, Freddy Ramírez, ha subrayado por su parte que las tareas de identificación de los cuerpos hallados la pasada noche va a comenzar de manera inmediata.

El ala noreste del edificio Champlain Towers se derrumbó en segundos a la 1.30 horas de la mañana del jueves (hora local), cuando sus habitantes dormían, por causas no determinadas. Pocas horas después se confirmó la primera víctima mortal.