Anthony Ray Hinton, un hombre condenado a muerte en 1985 por el asesinato de dos personas en Alabama (EEUU), fue liberado tras pasar tres décadas en la cárcel al demostrarse en un nuevo juicio su inocencia.
Amigos y familiares recibieron a Hinton, que ahora tiene 59 años, al salir de la cárcel de Jefferson County, en el municipio de Birmingham (Alabama). El caso de Hinton, afroamericano, se remonta a 1985, cuando hubo una oleada de robos con violencia en restaurantes de comida rápida de la zona y fueron asesinados los gerentes de dos de esos establecimientos, John Davidson y de Thomas Wayne Vason.
Un trabajador que quedó herido tras un tercer asalto identificó a Hinton como el responsable y con ese testimonio y un arma encontrada en casa de la madre del sospechoso los fiscales montaron la acusación en su contra, que desembocó en la condena a muerte.
Según la acusación, esa pistola fue utilizada en los asesinatos de Davidson, Vason y en un tercer crimen que quedó sin condena. Hinton fue condenado pese a no tener antecedentes, superar una prueba con polígrafo y tener una coartada para la noche del tercer asalto.
En 2002, sus abogados, de la organización Equal Justice Initiative demostraron que la pistola encontrada en la casa de la madre de Hinton no fue utilizada en los crímenes de Davidson y Vason, e iniciaron un largo litigio para reabrir el caso que terminó en 2014, cuando el Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenó realizar un nuevo juicio.
La defensa alertó además que los fiscales que actuaron en el caso tenían un historial de discriminación racial y que el abogado que le asignaron entonces a Hinton lo representó deficientemente.
"La negativa de los fiscales estatales a volver a examinar este caso pese a las evidencias convincentes de inocencia, decepciona y preocupa", dijo Bryan Stevenson, director de Equal Justice Inititative, en un comunicado. En el nuevo juicio, celebrado este año, los abogados demostraron su inocencia y este jueves un juez ordenó su liberación.
Se trata del preso número 152 en ser liberado tras pasar por el corredor de la muerte, según datos del observatorio Death Penalty Information Center (DPIC).
Es el segundo caso este año, después de la liberación en marzo en Arizona de Debra Milke, que pasó 23 años en el corredor de la muerte. En 2014, otros siete presos fueron exculpados de sus sentencias capitales.
"Casos como el de Anthony Ray Hinton hacen reflexionar sobre la pena de muerte. Por mucho esfuerzo que le pongamos, los seres humanos nunca serán perfectos y siempre cometerán errores", dijo el director de DPIC, Robert Dunham.
