El actor estadounidense Kevin Spacey ha quedado en libertad bajo fianza por una acusación de abuso sexual. El actor estadounidense ha acudido al juzgado de Massachussetts para responder ante la demanda de un joven de 18 años que le acusa de haberle agredido sexualmente hace más de dos años.
Con una media sonrisa Kevin Spacey se ha sentado en el banquillo de los acusados. Junto a su abogado ha escuchado al juez el delito que se le imputa: agresión sexual a un chico de 18 años en un restaurante en el que el joven trabajaba como camarero.
Según la denuncia, le emborrachó para luego acosarle. La vista ha durado apenas 10 minutos y el juez le ha dejado en libertad bajo fianza con una orden de alejamiento de la victima y de su familia.
Uno de los camareros del Club Car, un bar de Nantucket, asegura que en julio de 2016 sufrió una supuesta agresión sexual por parte del famoso actor, que incluyó tocamientos e insinuaciones de Spacey. El camarero explicó a la policía que Spacey le compró varias bebidas alcohólicas -la edad mínima para beber alcohol en EE.UU. son 21 años-, le habló sobre el tamaño de su pene y se le insistió varias veces para que el joven fuera a casa del actor.
Más tarde, Spacey supuestamente acarició el muslo del camarero de 18 años y desabrochó sus pantalones, frotó su pene durante unos tres minutos, según recoge la acusación.
El joven publicó una grabación del presunto roce sexual en la red social Snapchat y envió a su novia un vídeo, que luego fue verificado por las autoridades.
Kevin Spacey, ganador de dos Óscar por "Sospechosos Habituales" (1995) y "American Beauty" (1999) y considerado uno de los mejores intérpretes de su generación, la carrera de Spacey se derrumbó debido a la gravedad de las acusaciones en su contra, que incluyen decenas de denuncias de acoso y abuso sexual.
Los presuntos abusos de Spacey salieron a la luz en el auge del movimiento "Me Too", que busca visibilizar el acoso y la desigualdad de la mujer.
Debido a las acusaciones en su contra, "House of Cards" despidió a Spacey, que era uno de los protagonistas, y el cineasta Ridley Scott eliminó todas sus escenas en la película "Todo el dinero del mundo" (2017) y tuvo que volver a rodarlas con Christopher Plummer como sustituto.