Jaume Duch: "Los grandes acontecimientos de los próximos años van a depender de las elecciones europeas"

Nombrado director general de Comunicación del Parlamento Europeo desde hace siete años, Jaume Duch es una de las caras más reconocidas y expertas en instituciones europeas. El abogado, catedrático universitario y periodista ha visto avanzar y afrontar los grandes acontecimientos que han marcado estos últimos veinte años, viendo pasar también a presidentes, eurodiputados y mandatarios. Ahora, su máxima prioridad es trabajar para hacer llegar a todos los ciudadanos europeos el mensaje de la importancia de acudir a las urnas el próximo 9 de junio para elegir una nueva Cámara Europea. Unas elecciones de las que dependerá el futuro de Europa los próximos cinco años.

PREGUNTA: Entramos en la cuenta atrás para las elecciones europeas en un contexto geopolítico tenso, ¿está la Unión Europea en el momento de mayor exigencia?

RESPUESTA: Sí, yo creo que este año hay dos elecciones que nos van a afectar directamente. Como europeos, las elecciones europeas, y, las otras, son las elecciones americanas, aunque en estas no votamos. El mundo es un sitio mucho más complicado ahora de lo que podíamos haber imaginado hace unos años por muchas razones: la guerra en Ucrania, las consecuencias de la pandemia, ahora Oriente Medio... Efectivamente, no sabemos qué va a pasar con las elecciones en EEUU y todo eso, en el fondo, obliga a la UE a reforzarse todavía más, a poder proteger de manera eficaz a la ciudadanía europea, y, en el fondo, todo eso va a pasar por el resultado de las elecciones europeas y por la decisión que tomen los votantes europeos.

P: Da la sensación de que el mundo cambia a gran velocidad, ¿se "adapta" o se "transforma" la UE al mismo ritmo? ¿Cuáles son los principales retos?

R: Sí, la UE se transforma, yo diría, con bastante rapidez. Lo vimos, por ejemplo, cuando hubo que adaptarse a la salida de los británicos de la UE, es decir, al Brexit. Lo vimos, sobre todo, durante la pandemia, porque la UE no tenía competencias en materia de Sanidad y acabó vacunando a 440 millones de europeos. Por otra parte, la UE nunca se había enfrentado a una guerra en sus fronteras y lo ha está haciendo en este momento en el caso de Ucrania. Lo que pasa es que todavía va a tener que adaptarse más. Va a tener que adaptarse a la necesidad de reindustrializar la UE, de compatibilizar la protección del medio ambiente con los intereses de los agricultores, de regular la inmigración de manera que podamos conjugar humanidad con seguridad... Hay muchas cosas que vienen estos próximos años e, insisto, esto va a depender en muy buena parte del resultado de las elecciones europeas.

P: Estos días vemos las protestas de agricultores en varios países europeos. Cada país tiene sus reclamaciones específicas, pero también hay una causa común que tiene que ver con las políticas ecológicas de la UE. ¿Qué importancia tienen estas propuestas? ¿Preocupa que la ultraderecha pueda capitalizar el malestar del campo?

R: Todavía hoy, la parte más importante del presupuesto de la UE va destinado a la agricultura. Por mi parte, creo que si la agricultura europea ha podido desarrollarse estos últimos cuarenta o cincuenta años ha sido gracias a la política agrícola de la UE. Sin embargo, es verdad que ahora estamos en una situación más compleja porque nos hemos dado cuenta que tenemos que acelerar la lucha contra el cambio climático, y esto hay que hacerlo movilizando los recursos financieros necesarios para evitar que las medidas de protección del medio ambiente acaben repercutiendo negativamente en una parte de la sociedad o en la manera en la que la gente vive y se gana la vida. Es un equilibrio en el que hay que trabajar los próximos años y, si es posible, con mayorías parlamentarias importantes.

P: ¿Hay riesgo de que las fuerzas euroescépticas (debido al aumento de la extrema derecha en Europa) puedan llegar a tener tanta fuerza en la próxima eurocámara como para paralizar las grandes decisiones europeístas en la próxima legislatura?

R: Lo veremos la noche de las elecciones y en función de quién haya ido a votar o quién se haya quedado en su casa. Es verdad que hemos visto en estos últimos años un aumento de fuerzas en los extremos en varios países, tanto en la extrema derecha como en la extrema izquierda, o simplemente fuerzas antieuropeas que quieren renacionalizar la manera de funcionar de sus países. Las encuestas nos dicen que, después de las elecciones europeas, seguirá habiendo una mayoría de partidos proeuropeos, pero todo quedará en función de cómo vote la gente. Si hay aumentos importantes de fuerzas antieuropeas o de fuerzas simplemente populistas eso podría complicar las cosas. Pero, insisto, está en manos de los votantes.

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