Las autoridades de Israel han retirado este martes los detectores de metal situados a la entrada de la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, una medida de seguridad que fue instalada tras el ataque efectuado por tres árabe-israelíes contra varios agentes de Policía junto a la Puerta de los Leones.
El Gobierno israelí ha decidido retirar los arcos detectores tras varias horas de debate y ha destacado que estos serán reemplazados por "controles de seguridad inteligentes", según ha informado el diario local 'Jerusalem Post'.
Las autoridades israelíes cerraron el acceso a la Explanada de las Mezquitas el 14 de julio después de que dos agentes y tres agresores murieran en el marco del ataque.
Aunque habían reabierto paulatinamente el paso, ningún musulmán menor de 50 años podía acceder al sitio -tercer lugar sagrado de los musulmanes- y los mayores debían pasar por unos detectores de metal.
La decisión de Israel de retirar estos detectores coincide con la vuelta del personal de su Embajada en Amán tras un ataque que se saldó con dos jordanos muertos, entre ellos el supuesto agresor. El agente de seguridad que sufrió el ataque y mató a las dos personas también ha regresado a Israel.
Por el momento se desconocen los motivos del incidente, pero podría estar relacionado con la espiral de protestas y violencia desatada tras la decisión israelí de restringir el acceso a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, tercer lugar sagrado para los musulmanes.
La Explanada de las Mezquitas o Monte del Templo, para los judíos, descansa en uno de sus laterales sobre el Muro de las Lamentaciones, último vestigio del Templo de Salomón, por lo que los musulmanes temen las intenciones de radicales judíos que pretenden destruir la Mezquita de Al Aqsa para construir un Tercer Templo judío de Jerusalén.