Conflictos

De la invasión Rusa sobre Ucrania al inesperado ataque de Hamás sobre Israel, estas han sido las guerras de 2023

El 2023 ha sido testigo del inicio de dos de los conflictos más potentes del mundo: la invasión de Ucrania y la contienda entre Israel y Hamás. Unas guerras que no se espera que cesen en este 2024.

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En este 2023 han sido dos los conflictos que han acaparado la atención mediática: la invasión de Ucrania y la contienda entre Israel y Hamás. Su cercanía geográfica y los vínculos que nos unen a dichos territorios, seguirán influyendo en nuestro día a día por mucho tiempo, ya que no se espera que su fin llegue pronto. Asimismo, muchas otras guerras han asolado distintos puntos del planeta.

"Conseguir la victoria necesitará tiempo, la guerra continuará muchos meses más", ha advertido Benjamín Netanyahu, quien ha admitido lo que se vaticinaba desde un principio: que la incursión en la franja de Gaza iba a ser dura y dolorosa para el ejército hebreo.

Por su parte, Hamás continúa ofreciendo una feroz batalla y en su poder todavía quedan 129 rehenes israelíes, una 'jugosa' moneda de cambio para los islamistas que perturba al estado islámico.

Respecto a la invasión en Ucrania, Vladimir Putin no tiene planes de cesar la ofensiva sobre el pueblo ucraniano hasta que, según él, la seguridad de Rusia no esté organizada. Mientras, Zelenski ha informado este domingo de que su país continuará produciendo más armas el año que viene.

Los efectos secundarios de las guerras en España

El estallido de la invasión de Ucrania hizo saltar las alertas de Europa, ya que geográficamente estaba muy cerca. Aunque no se ha sufrido física ni materialmente, la economía y los productos de primera necesidad sí que se han visto afectados por la guerra.

La lista de productos con los efectos secundarios de la invasión de Rusia sobre el pueblo ucraniano cada vez se iba haciendo más grande.

Primero fue el trigo y el maíz. Su uso es muy importante tanto para la elaboración de algunos productos que tomamos habitualmente como para la alimentación de los animales que posteriormente compramos en las carnicerías.

El aceite de girasol también se vio afectado. Su precio se ha encarecido tanto que ahora una botella puede superar los 10 euros. La luz y los carburantes también se unen a la lista. Con el estallido de la guerra, sus precios no han dejado de subir.

Por el momento, la guerra entre Israel y Hamás parece no afectar al bolsillo, pero si el conflicto continúa y se expande, el carburante podría ser uno de los primeros en incrementar su valor.

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