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LA TORMENTA TROPICAL 'MANUEL' SE CONVIERTE EN HURACÁN

Las inundaciones en Acapulco provocan que aparezcan cocodrilos por las calles anegadas

En México, la tormenta tropical 'Manuel' se ha convertido en huracán. El último balance oficial eleva el número de víctimas a más de 80. Parte de la ciudad de Acapulco está cubierta por el agua y el lodo. Los saqueos se multiplican y en las calles anegadas están apareciendo cocodrilos.

Los ciclones tropicales no están dando tregua a México, con nuevas amenazas y un reguero de tragedia que ha causado ya 80 muertos confirmados, al menos 58 desaparecidos y muchas comunidades aisladas.

A vista de pájaro, la ciudad mexicana de Acapulco recuerda a Venecia. Las calles parecen canales por donde el agua avanza a gran velocidad. Desplazarse entre este caudal, que supera los tres metros de altura en algunzas zonas, resulta complicadísimo.

No son pocos los vecinos que se han quedado atrapados en los tejados y azoteas de los edificios. De hecho, las motos de agua se han convertido en un recurso imprescindible.

Hay quien ha tenido que tirarse al agua para escapar de las inundaciones. Una situación mucho más arriesgada de lo que parece, ya que encontrarse cocodrilos por las calles anegadas, se han convertido en un hecho.

En las últimas horas, en torno a 15.000 personas han sido evacuadas a albergues. Sin embargo, son muchos más los que continúan en Acapulco, una ciudad, en donde escasean los recursos de primera necesidad.

Los saqueos se han multiplicado. Entre tanto desconcierto, 40.000 turistas están siendo evacuados de la región.

Numerosos pueblos de la sierra están incomunidados. Los corrimientos de tierra han destruído puentes, carreteras y vivendas en más de 10 estados del país.

Los ciclones tropicales "Manuel" e "Ingrid" crearon una tenaza mortal a partir del viernes, el primero desde el Pacífico y el segundo desde el Atlántico, en una confluencia de fenómenos meteorológicos graves que no se veía en medio siglo. "Ingrid" dejó de existir ayer, martes, pero desde el Atlántico se está formando una baja presión que puede convertirse en las próximas horas en ciclón, con vientos sostenidos de 40 kilómetros por hora y rachas de 55 km/h.

En un esfuerzo, las compañías aéreas programaron para este jueves cerca de 30 vuelos para sacar a miles de personas que están varadas en Acapulco.

La autopista que une a Acapulco con la capital mexicana está cerrada por los destrozos sufridos en la vía. Efectivos de las Fuerzas Armadas, los diversos cuerpos policiales y miembros de Protección Civil están volcados en atender a los miles de damnificados, que superan los 200.000, según datos oficiales, aunque otras cifras indican que pueden ser aún más.

Un centenar de carreteras han sufrido daños, así como numerosos caminos rurales, y decenas de ríos y arroyos están desbordados. A muchas comunidades no han podido llegar aún los equipos de rescate.

En ciudades como en Acapulco, los víveres están llegando por barco y por avión, mientras sigan las vías terrestres cerradas.

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