Viñeta A3N

El inicio del nuevo año 2024, en la viñeta gráfica de Alfredo Boto

Alfredo Boto Hervás refleja el miedo que tiene 2024 de entrar debido al contexto actual en el que nos encontramos frente a la prisa del 2023 de irse.

La llegada del 2024, en la viñeta gráfica de Alfredo Boto

La llegada del 2024, en la viñeta gráfica de Alfredo BotoAntena 3 Noticias

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En una representación simbólica del tiempo, dos esferas, personificaciones de los años 2023 y 2024, plasman un diálogo inusual, ilustrando la tensión entre la impaciencia por la llegada del nuevo año y el temor de enfrentarse a un mundo convulsionado por conflictos internacionales. La viñeta, rica en metáforas visuales, proyecta un mensaje contundente sobre las ansiedades que se ciernen sobre el próximo año.

La imagen, que utiliza el color azul para representar el 2023 y el rojo para el 2024, muestra a la esfera del 2023 instando a la del 2024 a salir, evidenciando su impaciencia, mientras que esta última refleja un gesto de temor y preocupación. Detrás de la esfera del 2024, una puerta negra ostenta palabras clave como "populismo", "desempleo", "Gaza", "Ucrania", "Israel" e "inflación", revelando los miedos que obstaculizan su aparición.

Conflictos Internacionales: un mundo en crisis

La viñeta cobra aún más relevancia al compararse con la cruda realidad de los conflictos geopolíticos que azotan la esfera pública. En Israel, cientos de manifestantes exigen elecciones anticipadas en medio del enfrentamiento entre el Gobierno de Benjamin Netanyahu y Hamás. A pesar de las demandas populares, Netanyahu insiste en continuar la ofensiva militar sobre la Franja de Gaza, aseverando una prolongada duración del conflicto.

En paralelo, en Ucrania, los ataques rusos han causado estragos, con el presidente Zelenski denunciando víctimas mortales y la destrucción de ciudades enteras. Las acciones del Kremlin han desencadenado una ola de violencia, sumiendo a la región en una espiral de terror y desolación.

Reflexión sobre el futuro

La metáfora visual de la viñeta, al tiempo que muestra la impaciencia del 2023 por llegar, también plantea una reflexión sobre la preocupación del 2024 por las crisis y conflictos mundiales. Este llamado de atención visual nos invita a una introspección sobre los desafíos que enfrentará el próximo año y la necesidad imperante de buscar soluciones diplomáticas a nivel global para garantizar la estabilidad y la paz.

La viñeta, aunque en apariencia simple, se erige como un recordatorio de las complejidades y las incertidumbres que rodean el mundo actual, exhortando a la reflexión y la acción conjunta para construir un futuro más esperanzador.

Este dibujo del tiempo sirve como una ventana hacia la comprensión de las inquietudes y aspiraciones, plasmadas en colores y formas, que nos instan a la reflexión sobre los desafíos que nos deparan en el año venidero.

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