Un operario chino en un fábrica de mascarillas en Beijing

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Coronavirus

Un informe revela que China ocultó información y destruyó pruebas sobre el coronavirus

El denominado grupo de los 'Five Eyes', compuesto por servicios de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda y Australia, ha elaborado el informe que asegura que Beijing destruyó pruebas sobre el coronavirus de forma deliberada en una "agresión a la transparencia internacional".

Las primeras acusaciones contra China por una supuesta falta de transparencia a la hora de comunicar lo que ocurría con el coronavirus llegaron de la mano de Donald Trump y ahora, el denominado grupo de los 'Five Eyes' ha elaborado un informe que revelaría que Pekín ocultó información sobre el COVID-19 al resto del mundo.

El grupo de los 'Five eyes', formado por por servicios de inteligencia de Estados Unido, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, revela en su informe que China destruyó de forma deliberada evidencias sobre el brote del coronavirus en una "agresión a la transparencia internacional" que ha costado numerosas vidas.

Además, el informe, de 15 páginas, obtenido por 'The Saturday Telegraph' de Australia y reproducido por 'The Daily Mail', asegura que Pekín silenció las posibles noticias sobre el coronarivirus en los primeros momentos "haciendo desaparecer" a los médicos y científicos que alertaron sobre él, destruyendo pruebas en sus laboratorios y negándose a proporcionar muestras a científicos internacionales que estaban trabajando en una vacuna.

El informe también sostiene que Pekín silenció la información sobre los portadores asintomáticos de la enfermedad, algo que habría agravado mucho la epidemia a nivel mundial.

El informe elaborado por 'Five Eyes' incide en la falta de transparencia de China sobre cómo se produjo la propagación del COVID-19, subrayando la existencia de una "negación mortal de la transmisión entre humanos" en las primeras etapas del brote en Wuhan.

En concreto, el informe sostiene que China tenía "pruebas de transmisión entre humanos desde principios de diciembre", pero siguió negando que pudiera propagarse por esta vía hasta el 20 de enero.

La Organización Mundial de la Salud aceptó las informaciones de Pekín sin cuestionar nada, aún cuando Taiwán y Hong Kong expresaron su preocupación, según el informe.