El Pentágono

El informe del Pentágono sobre los ovnis no encuentra pruebas extraterrestres pero tampoco puede explicar su origen

El documento afirma que la mayoría de los incidentes registrados no corresponde a proyectos propios.

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La inteligencia estadounidense no ha encontrado evidencias de que los fenómenos aéreos presenciados por los pilotos de la Marina en los últimos años sean naves espaciales extraterrestres.

No obstante, estos servicios de espionaje aún no pueden explicar los movimientos inusuales avistados que han desconcertado a los científicos del Pentágono y al ejército estadounidense, según The New York Times. Altos funcionarios de la administración ya preparan un informe sobre este asunto.

120 incidentes ocurridos

El documento, próximo a publicarse, determina que una gran mayoría de los más de 120 incidentes ocurridos en las últimas dos décadas no tuvieron como origen el ejército estadounidense ni otra tecnología avanzada del gobierno de Estados Unidos, dijeron los funcionarios.

Esa conclusión parece descartar la posibilidad de que los pilotos de la Marina que informaron de avistamientos que no tenían explicación pudieran haberse topado con programas que el gobierno pretendía mantener en secreto, asegura el diario.

Este hecho es el único hallazgo concluyente del informe de inteligencia clasificado de El Pentágono, que será presentado en el Congreso de EEUU el próximo 25 de junio, dijeron los funcionarios.

Y aunque ese documento aportará algunas conclusiones firmes, las fuentes citadas por The New York Times admitieron que la ambigüedad de los hallazgos significaba que el gobierno no podía descartar definitivamente las teorías de que algún fenómeno observado por pilotos militares podría ser una nave espacial extraterrestre.

Origen ruso o chino

Cargos de la inteligencia de EEUU creen que al menos algunos de los fenómenos voladores podrían estar vinculados a tecnología experimental de Rusia o de China y según las fuentes del diario neoyorquino hay preocupación entre cargos militares y de inteligencia ante la posibilidad de que esos países estén experimentando con tecnología hipersónica y mucho más adelantados que EEUU en ese campo.