Elk Cloner: 35 años del primer virus informático

Publicidad

Ataque Informático

Condenan a prisión a un informático por atentar contra su empresa para asegurarse su trabajo

David Tinley, de 62 años, pasó dos años programando errores informáticos en los programas de su empresa que solo resolvía él para garantizarse su puesto de trabajo. El daño causado a la empresa se cuantifica en casi 38.000 euros que tuvo que abonar en pagar a otros empleados para que descubrieran el origen de los problemas.

Un informático de la empresa Siemens situado en Estados Unidos se dedicó durante dos años a programar errores informáticos que afectaban a su propia empresa para asegurarse su puesto de trabajo.

En el periodo que va entre 2014 a 2016, David Tinley, informático de 62 años, se dedicaba a colocar "bombas lógicas", es decir, una serie de códigos maliciosos, en los programas que había diseñado Siemens. Estos códigos provocaron errores en los sistemas y, al desconocer su procedencia, siempre recurrirían a Tinley para solucionarlo. El informático no corregía el error sino que tan solo programaba el código malicioso para que actuase en una fecha posterior determinada.

Finalmente le pillaron porque en una de estas caídas del sistema ya que Tinley se encontraba de vacaciones y no pudo acudir a su puesto de trabajo para solucionarlo. Al entregar sus claves de acceso y contraseñas a otros informáticos de la empresa, estos últimos comenzaron a descubrir las irregularidades que Tinley llevaba practicando.

En un primer momento, el Fiscal del Distrito pidió que se le condenase a 10 años de prisión y una fianza de 100.000 dólares, en torno a 90.000 euros. Finalmente ha sido condenado a seis meses de prisión, dos años de libertad condicional supervisada y a pagar una multa de en torno a 7.000 euros.

Tinley fue contratado en 2002 para crear hojas de cálculo personalizadas para los diversos proyectos de la compañía. Siemens argumentó en el juicio que el daño ocasionado por el informático a la empresa asciende a los 37.895 euros ya que tuvieron que contratar a nuevos empleados para que descubriesen cuál era el origen de estos fallos en el sistema.

Publicidad