Danny Hunt, tras la extirpación de su ojo derecho y parte de su nariz

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EN REINO UNIDO

Un hombre se queda con un gran agujero en la cara después de que los médicos confundieran un cáncer ocular severo con migrañas

Danny Hunt, padre de cuatro hijos y de 58 años, tuvo que someterse a una extirpación del ojo derecho junto con un hueso en la nariz y la mandíbula. Después, los médicos crearon un 'colgajo' especial con piel de su espalda y una arteria de su pierna para cubrir el agujero en la cara.

Danny Hunt, padre de cuatro hijos y de 58 años, comenzó a sufrir de dolores de cabeza e infecciones de garganta en 2008, momento en el que su médico de cabecera le diagnosticó laringigitis. Cuando fue a buscar una segunda opinión al hospital, le dijeron que debe estar sufriendo de migrañas.

Sin embargo, cuando un bulto comenzó a crecer junto a su ojo, Danny y su esposa Mandy fueron al Moorfield Eye Hospital en Londres para obtener una opinión especializada. Mandy, de Islington, al norte de Londres, explica, según recoge 'Metro', que a su marido le diagnosticaron entonces un tumor con "patas de araña", un indicador de un tipo de cáncer ocular bastante agresivo.

"El hueso debajo del cerebro se ha desmoronado"

En 2009, los médicos extirparon el ojo derecho de Danny junto con el hueso de la nariz y la mandíbula. Desde entonces, ha tenido que pasar por numerosas intervenciones quirúrgicas porque, según su mujer, "el hueso debajo del cerebro se ha desmoronado". Por ello, los médicos han creado un 'colgajo' especial con piel de la espalda del paciente y una arteria en la pierna para cubrir el agujero en la cara causado por el cáncer.

Además, el año anterior al diagnóstico de cáncer, Danny se sometió a una cirugía después de que los médicos descubrieran que un brote de tuberculosis a los 20 años había "cristalizado" alrededor de su corazón y la parte superior de su pulmón derecho también tuvo que ser extirpada y se le insertó en el pecho una barra de plata. Asimismo, se le diagnosticó el síndrome de Marfan, un trastorno genético que afecta a los tejidos del cuerpo.

Mandy explica que ahora su marido, con el que lleva casada 38 años, se siente avergonzado de ser visto en público y los niños a menudo no lo entienden. Tiene cuatro hijos y nueve nietos, con otro en camino

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