Un hombre provoca una explosión ante la embajada de Rusia en Afganistán y deja al menos seis muertos

Rusia ha comunicado la muerte de al menos seis personas, entre quienes había dos diplomáticos de su país y al menos un ciudadano afgano delante de su embajada en Afganistán, donde un hombre ha provocado una explosión que ha causado los decesos. Este individuo habría intentado acercarse a la Embajada y las autoridades habrían disparado contra él, provocando una explosión. Se cree que llevaba un chaleco de explosivos debajo de él y que pretendía detonarlo al llegar a las inmediaciones del lugar.

Aunque todavía no hay confirmación oficial por parte de las autoridades, Rusia ya habla de "acto terrorista". El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señala que la prioridad de Rusia ahora "es obtener información del lugar sobre lo que les sucedió a nuestros representantes y diplomáticos". El Gobierno ruso asegura que el atacante "detonó un artefacto explosivo", sin corroborar las palabras de las Fuerzas Armadas afganas de que redujeron al presunto suicida.

El portavoz de la Policía de Kabul, Jalid Zadran, ha asegurado que "un atacante suicida" tenía intención de detonar el explosivo que portaba sobre él "entre la multitud" que había cerca de la Embajada de Rusia, "pero antes de llegar a su objetivo, las fuerzas de seguridad lo atacaron, lo que provocó la explosión". Muerto el atacante, se investiga si tenía compinches. Por ahora, se sabe que al menos han muerto seis personas, entre quienes se encuentran dos trabajadores de la diplomacia rusa y un civil afgano.

Afganistán, una región difícil de olvidar en Rusia

Los años 80 supusieron el comienzo de una guerra civil en Afganistán que terminó por derrocar al régimen socialista que gobernaba el país. La Unión Soviética fracasó en su intento de proteger al gobierno afgano que lideraba por aquel entonces y terminó sucumbiendo al reconocer su derrota en la guerra, concluida dos años antes de su extinción, en 1991. Rusia, tres décadas más tarde, sigue recordando un panorama muy sombrío de su historia.

Afganistán, por su parte, sigue sumido en el caos más absoluto un año después de la ofensiva relámpago con la que los talibanes lograron controlar el país. Las mujeres han visto muy mermados sus derechos, la represión sigue recrudeciéndose y no hay apenas medios de comunicación internacionales en el país, ante la amenaza talibán de tomar represalias contra ellos. La inseguridad, tal y como ha quedado demostrado ante la Embajada de Rusia, también sigue en aumento allí.

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