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BOLIVIA | LOS VECINOS DE LA ZONA LE ALIMENTAN
'Hachi', el perro que llora cada día en el lugar donde murió su amo hace cinco años
Su dueño fue embestido por un taxi cuando viajaba en su motocicleta y desde entonces, este fiel can mestizo se sienta en la esquina donde el joven perdió la vida, como ya ocurriera hace años en Japón. Varias familias han intentado adoptarle pero él siempre se escapa y regresa al mismo sitio.
La ciudad boliviana de Cochabamba es testigo de la lección de lealtad y perseverancia de un modesto perro mestizo, que desde hace cinco años espera en la esquina de una avenida de esa urbe a su amo fallecido en un accidente de tráfico.
Algunos lo llaman "Hachi", emulando al famoso perro japonés "Hachiko"; otros le dicen "Huachi" o "Huachito", pero lo cierto es que este can de color café ha conmovido a los vecinos y comerciantes establecidos en la avenida Papa Paulo, en la zona noreste de Cochabamba, que lo alimentan. "Deben ser unos cinco años desde que falleció su dueño en un accidente de motocicleta.
El perro venía por detrás y se quedó aquí desde entonces", dice Román Bilbao Luján, el propietario de una tienda de carnes y fiambres ubicada a unos metros del lugar donde "Hachi" perdió a su amo.
El dueño del can era un universitario que todos los días seguía esa ruta en motocicleta con el perro como escolta, hasta que un día el muchacho fue embestido por un taxi y falleció cuando era trasladado al hospital, relató esta semana la vendedora de periódicos Aida Miranda al diario cochabambino Opinión. Desde entonces, "Hachi" ha hecho de la avenida Papa Paulo su hogar y llora en la esquina donde ocurrió el accidente que le quitó a su amo, comenta Elizabeth Martha García, quien ayuda en la venta de periódicos a Miranda.
"Él camina de esquina a esquina y vuelve a venir donde ha fallecido su dueño. Se va caminando, se para en una esquina y aulla cuando ve la esquina donde ha muerto su dueño", agrega García. El "Hachiko" original fue un perro de raza Akita que pertenecía a Hidesaburo Ueno, un profesor de ingeniería agrónoma de la Universidad de Tokio que murió en 1925 tras sufrir una hemorragia cerebral mientras impartía una de sus clases.
El can boliviano también despertó la compasión y solidaridad en la avenida Papa Paulo, donde la gente le ha tomado cariño. El perro sabe que tiene desayuno asegurado con Bilbao, cuya tienda funciona desde hace 18 años en la avenida Papa Paulo.
Varias personas han intentado adoptar al can e incluso los familiares de su difunto amo se lo llevaron a su casa, del otro lado de la ciudad. Pero, al parecer, la nostalgia de "Hachi" es mayor, por lo que siempre logra escapar para volver a su esquina a esperar que su dueño vuelva a pasar por allí en motocicleta, como en los viejos tiempos.
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