Francia

Las gasolineras francesas, bajo mínimos tras la huelga en las refinerías

La situación en Francia no mejora: largas colas para poder repostar en las gasolineras que siguen abiertas. Ya hay un tercio de ellas que ha tenido que echar el cerrojo.

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La situación en Francia no mejora. Cientos de gasolineras siguen cerradas ante la huelga de los trabajadores de las refinerías que ha dejado sin combustible al país, y otras muchas se encuentra completamente desbordadas. Colas kilométricas e incluso peleas se llevan produciendo desde hace ahora dos semanas.

Aunque el Gobierno de Francia, que ha tildado de "intolerable la situación", obligaba este viernes a los trabajadores esenciales de las refinerías a reiniciar su actividad, este lunes la situación sigue igual. Un tercio de las gasolineras no tiene combustible y la gente tiene que optar por el transporte público. "Se está convirtiendo en un calvario venir a trabajar", explica una joven residente en Francia.

La salida a este conflicto entre Gobierno y refinerías, que se encuentran enfrentados por el acuerdo salarial, parece complicada. Nos adentramos en la tercera semana de manifestaciones y cinco de ellas permanecen completamente cerradas.

"Es el tercer intento que hago para repostar. Llevo hora y media para repostar y esto es todos los días", cuenta a 'Antena 3 Noticias' Nacho, un español residente en Francia que ejerce como chófer y se está planteando seguir trabajando ante la difícil situación. Los franceses se agolpan en las gasolineras y la tensión es cada vez más creciente.

Enfrentamientos en las colas de las gasolineras

En esta última semana hemos podido ver enfrentamientos entre personas que acudían a repostar sus vehículos: insultos, golpes e incluso escupitajos que, por el momento, no cesan. Y parece que no cesarán en los próximos días, pues los sindicatos han rechazado la propuesta que el Gobierno galo ha puesto sobre la mesa.

"Esta huelga está afectando a sectores como los hospitales, el transporte público o el reparto de productos. Parece que el Gobierno y los sindicatos no quieren ponerse de acuerdo", explica Aleix, otro español que actualmente vive en París y necesita su coche para poder acudir a su puesto de trabajo.

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