Reina Isabel II de Reino Unido
Un funerario explica cómo permanece intacto el cuerpo de Isabel II sin ser enterrado
La reina Isabel II será enterrada en Windsor 11 días después de su muerte en un ataúd de plomo.
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La reina Isabel II será enterrada en Windsor 11 días después de su muerte. Hasta entonces, el cuerpo debe ser protegido tal y como explica un profesional de pompas fúnebres.
Se trata del responsable de la cuenta en TikTok de AskTheUndertaker. El hombre utiliza la red social para explicar detalles sobre su profesión.
La explicación viene después de que un usuario le preguntara sobre cómo preparan el cuerpo de Isabel II para que permanezca durante ese tiempo hasta el funeral.
Así permanece intacto
AskTheUndertaker explica que lo primero a tener en cuenta es que el ataúd de la reina está revestido con plomo. Este revestimiento garantiza que el interior permanezca intacto, según explican los expertos.
"Por la riqueza y la estatura e influencia que tiene la familia real, conseguirían los mejores embalsamadores, las mejores instalaciones, lo mejor de todo", explica en un vídeo de TikTok el profesional de pompas fúnebres.
El embalsamiento es un proceso que ha sido utilizado durante años por la Familia Real. Este proceso consiste en inyectar líquido conservante en el cuerpo para retrasar que se descomponga.
"Tengo las razones para creer que fue poco tiempo después de su muerte cuando se produjo", asegura sobre el embalsamiento de la reina Isabel II. Pero también cree que se han podido utilizar "dispositivos de enfriamiento" para que se mantenga.
"Tal vez en el fondo del ataúd o debajo del soporte donde se coloca para ayudar con el enfriamiento", indica. "El proceso de embalsamamiento lo habrá realizado probablemente el mejor embalsamador de Inglaterra o de Europa, y se habrá hecho de todas las formas posibles para que haya perfección o lo más cerca posible de la perfección que uno pueda lograr", asegura.
Ataúd de plomo
El ataúd de la reina se ha elaborado de plomo para evitar que la humedad entre en él. Esto ayuda a preservar mejor el cuerpo y permite que el proceso de descomposición sea más lento.
En caso del ataúd de Isabel II, podría pesar más de 200 kilos y será colocado en la Capilla del Castillo de Windsor.
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