Historias

Una familia da la vuelta al mundo como regalo para sus cuatro hijos, antes de que tres de ellos queden ciegos

Una familia de Canadá protagoniza una emotiva historia, llevando a sus cuatro hijos a recorrer el mundo antes de que tres de ellos, que padecen una rara enfermedad genética, se queden ciegos.

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Cuando se dice que unos padres harían lo que fuera por sus hijos, hay quienes se lo toman al pie de la letra y se desviven por hacer felices a sus hijos lo máximo posible. Es lo que ha ocurrido con una familia de origen canadiense, donde un matrimonio está realizando una vuelta al mundo con sus cuatro hijos. Lo que podría parecer simplemente una divertida aventura familiar, en realidad tiene un trasfondo mucho más humano de lo que nadie esperaría: los padres están haciendo el viaje antes de que tres de sus hijos se queden completamente ciegos.

Estos niños padecen una rara enfermedad genética, retinitis pigmentaria, que les dejará sin vista en poco tiempo, por lo que sus padres han decidido desvivirse por hacerles felices y llenarles la mente de recuerdos antes de que pierdan la vista. Es probable que más de una persona se pregunte por qué no gastan el dinero en un tratamiento para sus hijos en vez de emplearlo en las vacaciones. La respuesta es muy más dolorosa, sobre todo para ellos: la enfermedad, por ahora, no tiene cura.

Al tratarse de una enfermedad muy rara y poco frecuente, no hay apenas farmacéuticas que hayan empleado una cuantiosa cantidad de dinero en investigar y sacar un tratamiento, por lo que los niños se quedarán sin vista dentro de poco tiempo. Sin embargo, el matrimonio prefiere disfrutar ahora con sus hijos y darles toda la ilusión del mundo antes de que su vida dé un giro radical. Ya han viajado por numerosos países de África y Asia, logrando que los niños vivan unas vacaciones inolvidables junto a sus padres.

¿Qué es la retinitis pigmentaria?

La enfermedad que padecen los niños se llama retinitis pigmentaria. Es una rara enfermedad que afecta principalmente a la retina, y que, según va empeorando la situación de la misma, empieza a implicar una gran pérdida de la visión, hasta el punto de que, si se deterioran todas las células oculares que existen en la retina, la persona enferma puede quedarse completamente ciega. Hay tener en cuenta que esta enfermedad suele ser casi siempre hereditaria y no es contagiosa.

El hecho de llevarles a lo largo del mundo forma parte de lo que ha sido considerado una especie de terapia por parte de los médicos. A falta de un tratamiento, consideran que este viaje es todo un salvavidas por los niños y que todas las imágenes que adquieran durante su travesía les serán útiles para mantenerse fuertes mentalmente, una vez que ya no puedan ver.

En el caso de los niños que han enfermado, tres de ellos han sido diagnosticados. La mayor de los hermanos fue la primera, y los dos pequeños fueron diagnosticados poco después, tras ser sometidos a varios exámenes médicos. Solo el segundo de ellos ha conseguido salvarse de esta dura enfermedad que ha dejado una trágica historia en la familia. En una familia que ahora, vive feliz mientras piensa en cómo poder seguir adelante con esta delicadísima situación.

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