Kyle Smith junto al cuerpo de su fiel acompañante Bodza

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TUVO QUE SACRIFICARLO

Fallece el perro de un soldado y éste lo acompaña en sus últimos minutos de vida

Kyle Smith, un soldado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, decidió adoptar a uno de los perros que le acompañaron durante algunos momentos de su carrera. Pero el día más difícil llegó cuando se vio obligado a sacrificar a Bodza, el animal, para evitar que sufriera por la enfermedad de mielopatía degenerativa que padecía. El soldado no acepta la pérdida de su mejor amigo.

La historia del soldado Kyle Smith y su perro Bodza ha conmocionado a miles de usuarios en Internet. Se trata de un miembro de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que decidió adoptar a su fiel acompañante tras vivir una misión en Kirguistán que marcó sus vidas. Pero cuando Boza fue diagnosticado con mielopatía degenerativa, su dueño tomó la dura decisión de sacrificarlo, siendo obligado a despedirse de su mejor amigo.

Bodza ha trabajado para las Fuerzas Aéreas desde 2006 como un perro de detención de explosivos y ha ayudado a salvar la vida de una gran cantidad de seres humanos detectando las bombas para desactivarlas. Aunque Smith comenzó a trabajar con él años más tarde, en 2012, ambos establecieron una conexión especial que los uniría durante mucho tiempo.

“Me encantó trabajar con él porque me enseñó mucho sobre la paciencia y el trabajo, que no trata sólo sobre uno mismo”, explica Smith a ‘The Dodo’.

Además de los momentos compartidos en las horas de trabajo, la diversión nunca faltó en su amistad. El soldado recuerda los juegos que compartió con su mascota, entre ellos, el de formar sombras en el suelo con su mano para que el animal ladrase. Bodza no se separó un segundo de su dueño. Tal es el caso que el día en el que Smith se retiró, decidió adoptarlo y llevarlo a casa para comenzar una vida juntos.

“Era más leal aún en casa. Me seguía a todas partes, e incluso apoyaba su cabeza en la cama para darme las buenas noches”, recuerda Kyle.

Pero en 2016 el soldado recibió la terrible noticia de que Bodza sufría mielopatía degenerativa, una enfermedad incurable que afectaba a la médula espinal del perro, el cual dejó de andar con el paso del tiempo.

El día más duro de Smith llegó cuando decidió sacrificar a Bodza para no verlo sufrir de la manera en que lo hacía. Para ello, transportó al animal a la clínica veterinaria Bliss en El Paso, Texas, y lo tumbaron sobre una manta para que se sintiera cómodo en sus últimos minutos de vida.

“Lo tenía en mis brazos cuando murió. Fue una mezcla de sentimientos”, explica Smith. “Bodza estaba sonriendo cuando le pusieron a dormir”.

Cuando el perro falleció, Smith no pudo contener las lágrimas y algunos de sus compañeros decidieron acompañarlo para darle apoyo. Su jefe se hizo con una bandera de Estados Unidos y la depositó sobre el cuerpo del animal en agradecimiento por su trabajo para el país.

Los restos de Bodza se encuentran en la casa de su dueño junto a diversas fotos que recuerdan su trayectoria vital como el mejor amigo del soldado.

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