Presidente de la CE, Jean-Claude Juncker

Publicidad

LA CRISIS MIGRATORIA PROTAGONIZARÁ EL PRÓXIMO CONSEJO

Los líderes europeos coinciden en la necesidad de crear centros de migrantes pero difieren sobre su localización

Merkel afirmó tras la cumbre que hay coincidencia en que "no se puede dejar solos" a los socios más afectados por la llegada de la inmigración irregular, mientras que Sánchez se ha mostrado esperanzado de que la UE llegue a un acuerdo común para hacer frente al problema de la inmigración.

Los jefes de Estado y de gobierno de un grupo de países miembros de la Unión Europea, entre ellos Alemania, Francia, España e Italia, han coincidido este domingo en Bruselas sobre la necesidad de acordar la creación de centros de migrantes en los que se distinga entre aquellos que tienen derecho al asilo y aquellos que son considerados migrantes económicos, aunque difieren sobre los países en los que éstos deben situarse.

La última propuesta de Italia en materia migratoria ha centrado buena parte de las discusiones de la mini cumbre sobre asilo celebrada en Bruselas, e incide en la necesidad de crear centros de migrantes en los países de tránsito -en concreto, menciona a Libia y Níger-- para evitar que los migrantes se embarquen en dirección a Europa y acaben en territorio italiano. París y Madrid coinciden en la necesidad de gestionar los flujos migratorios a través de la creación de centros "cerrados" de migrantes, en palabras de Macron, o centros "controlados", según Sánchez, aunque creen a diferencia de Roma que éstos deben situarse en los países comunitarios de "primera línea" para después llevar a cabo una reubicación en los Veintiocho basada en un sistema voluntario de repartición.

La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó tras la cumbre que hay coincidencia en que "no se puede dejar solos" a los socios más afectados por la llegada de la inmigración irregular y dijo que los refugiados "no pueden elegir" en que país piden asilo. Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se ha mostrado esperanzado en que la Unión Europea llegue a un acuerdo común para hacer frente al problema de la inmigración después de esta cumbre, que ha calificado de "un paso adelante" en esa dirección.

El primer ministro maltés, Joseph Muscat, afirmó a su salida de la cumbre que el encuentro había sido "una señal de que hay una voluntad de ir hacia más cambios operacionales" en la política migratoria europea y que se había desarrollado "mejor de lo esperado". "Espero que haya cumplido el objetivo de entendernos mejor los unos a los otros la semana que viene", dijo Muscat a la prensa, donde además recordó que "hay personas en el mar ahora mismo" y que "la situación escalará si no se toman decisiones en los próximos días.

En la misma línea se pronunció el primer ministro belga, Charles Michel, quien dijo que si los países continúan trabajando en los próximos días en "medidas realmente operacionales" será posible conseguir "progresos" en el Consejo Europeo del próximo jueves. Michel instó en concreto a trabajar sobre la protección de las fronteras exteriores de la UE para conseguir una "solidaridad" europea "efectiva" en materia migratoria y a buscar acuerdos con países fuera de la UE.

Publicidad