Elecciones Alemania

Las elecciones en Alemania marcan el adiós de Angela Merkel, la 'mujer más poderosa del mundo'

Angela Merkel nunca ha perdido unas elecciones. Después de 16 años como canciller se va con las elecciones más ajustadas que se recuerdan en Alemania. Habrá tres partidos y formar gobierno no será fácil. Pero Merkel ya será solo espectadora después de una vida dedicada a la política.

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Angela Merkel siempre ha sido mujer tímida, no le gusta ni que la vitoreen. La mujer más poderosa del mundo, la política que nunca ha perdido unas elecciones, pasa a segundo plano tras 16 años como canciller, casi una cuarta parte de los 67 años que tiene. Merkel nació en Hamburgo, hija de un pastor luterano y una profesora de inglés, pero creció en la República Democrática Alemana. Ella misma se lo comentaba a la reina Isabel II de Inglaterra en 2015, durante una visita de la monarca británica a la Cancillería alemana.

De la química cuántica a la química política

Doctora en química cuántica, Merkel entró en política tras la caída del Muro de Berlín. Poco más de un año después, ya era ministra. Su carrera creció al amparo de un gigante de la política alemana, Helmut Kohl. Kohl la llamaba "la niña". En 2005 ganó sus primeras elecciones.

Se convirtió en una de las pocas mujeres en un mundo dominado por hombres. Poco a poco, superó recelos y prejuicios. Su línea política, equilibrada. Igual que en la crisis económica de 2008 se la acusó de imponer la austeridad a los países del sur de Europa, con la pandemia su apuesta ha sido la contraria. "Solidaridad" ha sido la palabra que ha impregnado su discurso y sus hechos, impulsando los Fondos de Recuperación. En otra crisis, la de los migrantes sirios en 2015, los sectores más reaccionarios de su país le reprocharon ser demasiado hospitalaria.

Sigue manteniendo la popularidad entre los alemanes

Acostumbrada al consenso, tres de sus gobiernos han sido de coalición, ha ganado en carisma con los años. Tras más de tres lustros al volante del país, su popularidad se mantiene en torno al 80 %. Episodios como sus temblores en público, o su emoción al anunciar las restricciones Covid, contribuyeron a humanizar su imagen. Incluso ahora se atreve a declararse feminista, algo a lo que siempre se resistió. Para que sea su sucesor apoya al candidato de su partido, Armin Laschet, que la imita incluso en su famoso gesto con las manos, el Rombo Merkel. Esta superviviente de la política mundial no tendrá que mudarse. Vive en un apartamento cerca de la Cancillería con su segundo marido, aunque conserva el apellido del primero. Sobre su futuro ha dado pocas pistas: sólo ha dicho que piensa descansar, leer, y quizá, dar clases en alguna de las muchas universidades que la han nombrado doctora honoris causa.

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