Publicidad

MÁS DE 6.000 HECTÁREAS CALCINADAS

El viento seco y las altas temperaturas mantiene en alerta a los vecinos por el incendio de Portugal

España ha enviado dos aviones anfibios y un equipo de cuatro militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) a Portugal para ayudar a combatir los incendios que azotan el centro de Portugal.

El incendio en Vila de Rei se ha extendido al municipio vecino de Mação y todavía no ha sido controlado pese a que más de mil bomberos combaten las llamas con la ayuda de 14 medios aéreos: 9 aviones y 5 helicópteros.

La situación se ha complicado durante la tarde con muchas reactivaciones y nuevos frentes, con la preocupación de que las llamas avancen hacia aldeas como las de Roda o Chaveiras, han informado fuentes portuguesas.

Las llamas, que han avanzado unos 25 kilómetros desde el sábado, han arrasado más de 6.000 hectáreas y han dejado unos 30 heridos, aunque sólo uno permanece en estado de máxima gravedad, en coma inducido.

El fuego ha devorado la casa de Mação, en el centro de Portugal, de un hombre de 91 años, que afortunadamente, pudo escapar. Pese a la movilización del personal de extinción, cada vez hay zonas más críticas por los escasos medios, que en algunos caso han tardado en aparecer. "El fuego empezó y por ahí no pasaba ningún policía ni un bombero", se quejan los vecinos, que incluso han ayudado a suministrar el agua a los bomberos.

Las autoridades están convencidas de que el fuego ha sido provocado, debido a que se han encontrado artefactos incendiarios en varios puntos y al menos una persona permanece detenida.

Publicidad