Michelle Bolsonaro y Melania Trump, dos luchadoras. Michelle comenzó
como vendedora de un supermercado, Melania como modelo a los 16 años. Ambas son
la tercera mujer, comparten orígenes humildes y juventud frente a sus parejas.
Para Trump y Bolsonaro son ante todo hermosas y buenas madres. Una etiqueta que
no ha impedido a Michelle saltarse el protocolo para intervenir en la toma de
posesión de su marido o a Melania demostrar en público su enojo.
Tampoco se han dejado asustar por la conocida misogínia de sus parejas. Pero, mientras que para norteamericana la imagen es algo natural, por su pasado de
modelo, la brasileña solo ha subido al estrado de su iglesia. De hecho es una
ardiente evangelista que traduce para los sordomudos los cultos.
Frente a la
sofisticación de Melania, Michelle tiene un estilo desenfadado. No se dejen
engañar por el escote Bardot. Suele vestir vaqueros, camisas o
camisetas y zapatillas deportivas, todo lo contrario que la compañera de
Trump.
La primera dama estadounidense suele ir tan sofisticada como para usar
unos Manolo Blahnik para visitar una zona afectada por el huracán María. Su
fama es tal que las redes no perdonaron su atuendo de jardinera. Nadie se lo
creyó.
