112 personas murieron ayer en Siria, en la jornada de protestas más sangrienta desde que comenzaron las manifestaciones contra el régimen de Bachar al Asad, según cifras de activistas de la oposición. El dato fue aportado por el grupo la Revolución Siria contra Bachar al Asad, en su sitio de la red social Facebook, donde se incluye la identidad de las 112 víctimas mortales.
"La mayoría de los nombres han sido confirmados", agrega el mensaje. Durante la jornada de ayer, calificada como el Gran Viernes, hubo manifestaciones contra el régimen de Al Asad en múltiples puntos del país. Según activistas de derechos humanos, muchas de ellas fueron reprimidas a tiros por la policía y agentes de civil. Las manifestaciones se produjeron un día después de que el presidente sirio firmara un decreto para poner fin al estado de emergencia, vigente desde 1963, y para abolir el Tribunal de Seguridad del Estado. Para hoy se esperan nuevas protestas durante los funerales de las víctimas de ayer.
Según activistas de la oposición, algunas áreas de Damasco amanecieron hoy cercadas por el Ejército y la Policía, mientras en la ciudad central de Homs las autoridades rechazan entregar los cadáveres a sus familias hasta que éstas digan a la televisión que grupos de salafistas mataron a sus hijos. Los salafistas, una corriente fundamentalista del islam suní, y países extranjeros no identificados han sido acusados por el régimen de Damasco de estar detrás de la ola de manifestaciones que atraviesa Siria desde mediados de marzo. No ha habido pronunciamientos del Gobierno de Damasco sobre estos disturbios.
La agencia oficial SANA informó hoy de un ataque, anoche, contra un puesto militar en la localidad sureña de Izraa, que terminó con ocho muertos y 28 heridos, tanto del grupo atacante como entre los militares, pero sin precisar cuántas víctimas de cada grupo. También dio cuenta de la muerte de dos policías en un ataque de desconocidos en Damasco y en la ciudad central de Homs.