El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, era conocedor en febrero de que el coronavirus era una enfermedad especialmente "mortal" que podía causar grandes estragos en su país, pero minimizó intencionadamente su gravedad ante los estadounidenses. Es la revelación que hace Bob Woodward, el famoso periodista del caso Watergate, y que podría suponer un cambio importante en la campaña electoral del país.
En su nuevo libro, 'Rage' ('Ira'), Woodward cuenta cómo Donald Trump le dijo personalmente a principios de febrero que el coronavirus era muy peligroso, al tiempo que en público decía lo contrario. Y lo demuestra con grabaciones publicadas esta tarde en el diario The Washington Post.
Este virus es un asunto mortal, eso le dijo Trump a Woodward el 7 de febrero de este año. "Esto se transmite respirando el aire (...). Así que es muy complicado, es muy delicado. También es más mortal que incluso la gripe más ardua (...). Esto es más mortal, esto es una cosa mortal", dijo en esa conversación.
Cuatro días después, en público, usaba un tono diferente para referirse a la enfermedad: "se va en abril, con el calor".
La siguiente conversación con el periodista se produjo en marzo. En aquella fecha, Trump le cuenta novedades preocupantes sobre el coronavirus y le asegura que no sólo mueren las personas mayores. Ante esta afirmación, Woodward le pregunta porqué no advirtió antes al país de la gravedad de la pandemia, a lo que le contestó que no quería ser alarmista.
Desde entonces, Trump ha recomendado ingerir lejía, se ha encomendado a la hidroxicloroquina, un medicamento que la OMS declaró ineficaz, y ha bromeado cuando le saludaban con el codo
El presidente de Estados Unidos no se ha dejado ver con mascarilla hasta julio. Su última obsesión: que haya vacuna disponible antes de las elecciones del 3 de noviembre.