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Estados Unidos

Antena 3 Noticias, testigo del auge de las carreras ilegales en Nueva York en plena pandemia del coronavirus

Tanto las carreras ilegales como los homicidios han aumentando en Estados Unidos este 2020, en plena pandemia del coronavirus. Según asegura el periodista José Ángel Abad, docenas y hasta centenares de jóvenes aterrorizan las calles de Nueva York.

El 2020 ha dejado un aumento importante de homicidios en Estados Unidos. Casi un 30% más que el año anterior en todo el país. Asimismo, el porcentaje es aún más alto en grandes ciudades como Nueva York. Allí, también es patente la falta de presencia policial en las calles, y un ejemplo de ello son las carreras ilegales que se están produciendo.

La ciudad de Nueva York es la más grande del país y, en teoría, de las más protegidas, pero desde hace unos meses, al caer la noche, según asegura el periodista José Ángel Abad, docenas y hasta centenares de jóvenes aterrorizan las calles circulando en grupo, en bicicleta o en moto ignorando todas las normas de circulación. Además, con frecuencia se han enfrentado a los conductores. Por ahora, la Policía es incapaz de controlar la situación.

Por su parte, el número de tiroteos y homicidios en Estados Unidos se ha disparado durante 2020 coincidiendo con la pandemia del coronavirus y ha convertido al 2020 en el más sangriento en décadas.

En total, más de 19.000 personas han perdido la vida en incidentes con armas de fuego, según Gun Violence Archive (GVA), una base de datos sobre violencia armada en EE.UU.

Según coinciden autoridades y expertos, detrás del aumento de la violencia se encuentra la pandemia del coronavirus. Éstos apuntan a una larga lista de factores resultado de la crisis sanitaria, empezando por un impacto económico que ha dejado a millones de estadounidenses sin trabajo y ha disparado la ansiedad.

En concreto, en Nueva York, según admitió esta semana el comisario de la policía, Dermott F. Shea, el cuerpo sufrió importantes problemas al inicio de la pandemia, con muchos agentes enfermos o apartados por potenciales contagios, lo que obligó a redistribuir personal a zonas que no conocían bien y dificultó las investigaciones.