Ucrania

El imposible consuelo para una abuela que encontró a su nieto muerto tras ser secuestrado por los rusos

Así es la historia de Dimitri, un joven ucraniano al que los rusos secuestraron y han encontrado muerto.

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El escenario en algunas ciudades ucranianas es de terror. Hay cadáveres por las calles. El presidente Pedro Sánchez también ha condenado los "crímenes de guerra" que se han cometido en Bucha y que se han podido ver tras la salida del Ejército ruso de la ciudad ucraniana de Bucha.

Es la historia de Dimitri, un joven de 20 años, que no era militar, pero que los rusos se llevaron secuestrado hace un mes. La abuela llora desconsolada tras encontrar a su nieto muerto. Le dispararon y quemaron el cuerpo del joven.

"En este coche trataban de escapar una niña, su madre y su abuela. Y como se puede ver, las tres fueron tiroteadas", comenta un joven Igor, que muestra cómo está la ciudad después de la masacre rusa. Sobre la carretera se ven los cuerpos sin vida de varias personas.

Sobre el terreno, investigadores internacionales recopilan pruebas: "Creo que hay bastantes indicios de que lo que se ha cometido aquí son crímenes de guerra", asegura el investigador Human Rights Watch, Richard Weird.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, asegura que hay "información de que en otras ciudades liberadas como Borodyanka, el número de muertos es mucho mayor. No se ha visto algo así ni siquiera durante la ocupación nazi, hace 80 años".

La ONU está analizando los vídeos sobre la presunta masacre en Bucha, aunque "parecen sugerir" que allí se asesinó de forma deliberada a civiles, algo que constituiría un crimen de guerra, según una portavoz.

Subrayó que las imágenes en las que aparecían cadáveres con las manos atadas o quemadas podrían indicar que los agresores buscaban deliberadamente a esas víctimas, lo que podría elevar la gravedad de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la invasión rusa a Ucrania.

La localidad de Bucha, a unos 60 kilómetros de Kiev, fue ocupada por las fuerzas rusas y las imágenes de fosas comunes y cadáveres en las calles se han difundido tras la retirada de las tropas invasoras.

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