Guerra Rusia-Ucrania

El despliegue español en la misión de la OTAN de vigilancia del Mar Mediterráneo

La ministra de Defensa ha viajado a la Bahía de Souda, Creta, donde están desplegados los cazaminas Meteoro y Sella, y la fragata Blas de Lezo dentro de la misión permanente de la OTAN de vigilancia del Mar Mediterráneo. Allí ha resaltado la importancia del trabajo de nuestros 300 soldados que tripulan los buques en un "escenario de tensión operativa".

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La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado los buques españoles desplegados en el Mediterráneo en la operación permanente de la OTAN. Ante la escalada bélica de Rusia, en enero España adelantó su contribución de manera preventiva.

La misión, que es de vigilancia marítima, y se realiza cada año, ahora cobra también un valor disuasorio y de defensa si hiciera falta. Ante la escalada bélica de Rusia, la OTAN quiere sacar músculo y mandar un mensaje claro a Putin: la Alianza está preparada y dispuesta ante cualquier amenaza.

Con esta visita la ministra no sólo quiere poner en valor el trabajo de nuestras tropas sino mostrar el compromiso inequívoco de nuestro país con la OTAN en defensa de la paz y la seguridad.

Robles confía en que "la acción disuasoria", tanto con este despliegue como el de Letonia, y las nuevas "acciones diplomáticas rebajen la tensión" y se ponga fin a una terrible guerra. Sobre el trabajo de las tropas españolas ha resaltado que "en estos tiempos complicados y difíciles saber que están aquí, con generosidad y profesionalidad nos hace sentir tranquilos". Una armada preparada, asegura, hace que el mundo sea más seguro.

Tensión operativa en el Mediterráneo

Cazaminas Sella. Un buque anti minas de gran maniobrabilidad, con sistema de torpedos un sensor de alta sensibilidad. Cuenta con una eslora de poco más de 50 metros y su tripulación la componen50 personas.

Cazaminas Meteoro. Con el doble de eslora que el Sella (94 metros), y una tripulación de 52 soldados, cuenta con unos avanzados sistemas de rastreo y un limitado armamento: dos cañones y dos ametralladoras. Aunque la misión de ambas embarcaciones es localizar y desactivar minas, además de vigilar y disuadir, podrían realizar acciones de neutralización si fuera necesario.

Fragata Blas de Lezo. Es uno de los buques más modernos y con mejores capacidades. Fue construida por Navantia y botada en mayo de 2003. Su coste fue de 600 millones de euros y se ha convertido en una de las fragatas más avanzadas tecnológicamente del mundo. Pertenece a la clase F-100, en concreto se la denominó f-103, tercena unidad.

Mide 147 metros de eslora y 18,5 de manga, con dos turbinas de gas capaces de ofrecer más de 45 mil caballos de potencia y puede llegar a tener una autonomía de 9.000 kilómetros.

Cuenta con cañón de 127 milímetros, con un sistema de automatización de disparo; dos lanzadores cuádruples de misiles Harpoon y un lanzador de misiles vertical con capacidades antiaéreas; dos lanzatorpedos anti submarinos, y un caso de acero de alta resistencia antibalas. Pero su gran baza es su sistema de combate, capaz de sincronizar todas las armas, y su innovador radar puede localizar aeronaves a 500 kilometros, tiene capacidad para detectar hasta 90 blancos móviles y dirigir proyectiles antiaéreos y de superficie.

Además, en su popa, alberga un helipuerto para embarcar un helicóptero Sh-60B Seawk, como el que se unió en su escala en Rota, antes de partir hacia el Mar Negro. Un helicóptero naval polivalente, utilizado tanto para salvamento y rescates como de apoyo rápido ante un hipotético combate. En definitiva, es la joya de la Armada española.

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