"Se descubrían los senos y se dejaban besar y tocar por Silvio Berlusconi"

Se llaman Ambra Battilana y Chiara Danese. Son dos jóvenes que con 18 años acudieron a una de las famosas fiestas privadas de Silvio Berlusconi en su mansión de Arcore, próxima a Milán. Las dos han explicado a la Fiscalía de Milán con todo tipo de detalles su experiencia personal en los famosos 'bunga-bunga'.

Una de las jóvenes asegura que se ha decidido a hablar ante las reiteradas declaraciones públicas del presidente en el que éste afirma que las suyas eran sólo "cenas elegantes", algo que ella niega con rotundidad. Las dos jóvenes explican cómo llegan a la mansión del primer ministro a través del director de informativos de su canal de televisión privado, Emilio Rete, a quién conocen con motivo de unas pruebas para ser las presentadoras de la información meteorológica.

Ambra y Chiara aseguran que en la fiesta en la que ellas estuvieron había al menos quince personas, entre ellas Nicole Minetti, la consejera regional de Lombardía, a quien se investiga en la trama del 'caso Ruby' por supuesto abuso de poder e inicitación a la prostitución de menores,.

Según el testimonio de las jóvenes, Emilio Fede pasó toda la velada tocándoles las piernas. Al poco de empezar la cena, "algunas de las chicas se descubrieron los senos, se los ofrecieron a Berlusconi para que les tocara y besara y también ellas tocaron al presidente en sus partes íntimas".

"El presidente -continúa- hace traer una estatuillal que es una especie de caparazón del que sale un enano con un pene grande. Berlusconi hace que la estatuilla circule entre las chicas, que besan el pene y simulan una relación oral".

Las dos jóvenes aseguran que nunca se prestaron a esos juegos. Les llevaron después, según su testimonio, a una pequeña discoteca con una barra vertical en torno a la cual las chicas bailaban, enseñaban sus partes íntimas y se acercaban a Berlusconi para tocarle y dejarse tocar. Cuando vieron que las demás chicas querían desnudarlas, Chiara y Ambra aseguran que pidieron marcharse y que Fede les dijo entonces que se olvidaran de ser las presentadoras del tiempo.