Desafían al frío dándose un buen baño para celebrar la llegada del Año Nuevo

Los hay que empiezan el Año Nuevo desafiando a las bajas temperaturas, y dándose un buen baño.

Dos clásicos de este primer día del año son Roma y La Haya. En Roma, cientos de personas se congregan en los puentes del río Tíber para contemplar a los valientes bañistas que se zambullen para celebrar el nuevo año.

La tradición tiene ya cincuenta años. La idea partió de un socorrista que quiso demostrar sus dotes como nadador.

En La Haya, en una playa cercana a la capital, cientos de bañistas demostraban también hoy en el mar del Norte que lo del frío es subjetivo.

A cinco grados de temperatura estaba el agua, algo que no ha impedido celebrar este nuevo periodo con un buen baño. Una tradición que, en este caso, comenzó en 1960.