Londres

Demoledor informe sobre la Policía de Londres: es institucionalmente racista, misógina y homofóbica

Un informe señala que la Policía metropolitana de Londres es institucionalmente racista, misógina y homofóbica. Además, concluye que la cultura de machos prolifera en el cuerpo.

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El informe es demoledor. Un informe en el que se señala que la Policía Metropolitana de Londres es institucionalmente racista, misógina y homofóbica. A lo largo de sus 363 páginas, se detallan, por ejemplo, historias de agresiones sexuales a compañeras del cuerpo. De hecho, el 12% de las mujeres del Met aseguran que han sido acosadas o atacadas en el trabajo y hasta un tercio reconoce que ha experimentado sexismo.

La "cultura de machos" prolifera en el cuerpo

La investigación, dirigida por Louise Casey, una alta funcionaria que trabaja en el ámbito de bienestar social, concluye que la cultura de machos prolifera en el cuerpo y que podría ser desmantelado si no mejora.

Casey ha sido la encargada de revisar la cultura y los estándares del cuerpo tras el secuestro, violación y asesinato de la joven Sarah Everard en 2021, a cargo de un oficial de servicio. El caso ya puso a la policía Metropolitana bajo la lupa en aquel entonces y, ahora, la situación se ha agravado.

Así, la confianza de los ciudadanos en la Policía está rota. Es especialmente sangrante cómo el informe revela hasta qué punto la Policía ha sido incapaz de proteger a la ciudadanía de los agentes que abusan de las mujeres.

Destrucción de pruebas por culpa de un táper

El informe desvela malas prácticas que han dejado a violadores en la calle. Un ejemplo: los frigoríficos de pruebas estaban saturados. Con la ola de calor se descongeló un congelador y todas las pruebas quedaron inservibles. En otra ocasión, un táper con comida colocado junto a pruebas por delitos sexuales dejó las evidencias inservibles.

Las 'bromas' hacia las mujeres incluían dejar juguetes sexuales en las tazas de café. Pero no solo ellas eran el blanco de esas bromas. Y es que algunos agentes dejaron tocino en los zapatos de un agente musulmán. También atacaban a los oficiales seguidores de la religión sij: a uno le cortaron la barba y a otro le robaron el turbante con el que se cubren la cabeza. Entre las ocurrencias de algunos agentes también estaba lanzar orina a los coches.

La homofobia también estaba muy presente. Algunos oficiales gays han relatado que sus colegas difundían rumores falsos sobre ellos, otro fue sexualmente agredido en una ducha.

Una reforma radical

El comisario jefe se ha disculpado ya ante los londinenses y admite que el informe es “abominable” y que leerlo genera “rabia, frustración y vergüenza”. Asegura que están trabajando para sacar del cuerpo a los que protagonizan esos comportamientos. “Tenemos individuos tóxicos, algunos de los cuales están preocupados por su comportamiento depredador. Tenemos gente suspendida. Tenemos gente bajo investigación. Los estamos desarraigando de esta organización', dijo. Por su parte, la autora del informe asegura que la Policía Metropolitana necesita una reforma estructural radical.

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