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EN UNA ISLA DE ESCOCIA

Declarado culpable el joven de 16 años que violó y mató tras causar 117 heridas a una niña de seis años

Su madre alega que 'no era un niño violento' y que tenía planes de ir a la universidad. Sorprendida ante lo ocurrido, afirma también que "no era un niño violento y que únicamente fumaba cannabis desde los 14 años, algo muy extendido entre los niños de esta isla"

Aaron Campbell, un joven de 16 años, ha sido declarado culpable por raptar a una niña de seis años, violarla y asesinarla después.

Tal y como ha podido comprobar el diario Mirror, Aaron Campbell, un joven de 16 años ha acabado con la vida de una menor de seis años tras secuestrarla de su domicilio y violarla en reiteradas ocasiones. La víctima se llamaba Alesha, y fue raptada cuando descansaba en su dormitorio por Aaron, la niña pasaba unos días con su padre y sus abuelos en la isla escocesa de Bute en julio del año pasado.

El individuo propició a la niña, según el informe forense, lesiones "catastróficas", antes de tirar su cuerpo en el bosque de la isla. Alesha fue hallada en una posición boca abajo y desnuda. Según el tribunal escuchó, la menor poseía más de 117 heridas separadas.

Lord Matthews, el juez a cargo del caso, afirmó que se trataba de uno de los "crímenes más malvados" que el Tribunal Superior de Glasgow había presenciado en su historia. Durante su juicio de nueve días por el asesinato de Alesha, el adolescente no pudo ser identificado por razones legales porque es menor de 18 años. Sin embargo, tras levantar la orden de la corte judicial solicitada por diversos medios de comunicación el juez ha validado identificar al sujeto públicamente.

De hecho, el juez expresaba su opinión, discreta en muchas ocasiones para afirmar la "repulsión" que le causaba el suceso. Asimismo afirmaba tener la intención de "conceder la solicitud para que así la prensa pudiese nombrar y publicar imágenes del sujeto", ha asegurado el juez Matthews.

Su madre alega que 'no era un niño violento'. Según pudo comprobar el diario Daily Mail, la familia trasladó su residencia a la isla de Bute (Escocia), ya que querían que el niño creciera en "un lugar seguro, en un ambiente pacífico y que recibiera una buena educación". Por su parte, la madre del acusado justificó que su hijo era "muy normal" y que estaba haciendo un curso de ingeniería un día a la semana y tenía planes de ir a la universidad. Sorprendida ante lo ocurrido, afirma también que "no era un niño violento y que únicamente fumaba cannabis desde los 14 años, algo muy extendido entre los niños de esta isla", según el testimonio de la madre de Aaron. Algunos amigos suyos le identifican con un 'oscuro sentido del humor'.

Sin embargo, un vecino afirmó que Campbell ya había protagonizado algún conflicto en la localidad y que había sido pillado tratando de prender fuego a unos edificios, e intentando ahogar a otro menor en una piscina. Indicios que no fueron suficientes para evitar la proyección del delincuente que acabaría con la vida de la pequeña Alesha de tan solo seis años.

Las pesas, el boxeo y el parkour: eran las distracción del joven. Aaron Campell era un aficionado del parkour, un deporte de riesgo que consistía en desplazarse a través de grandes áreas y saltar desde edificios. También era amante del mundo del fitness, donde levantaba pesas con frecuencia y practicaba el boxeo. Se le relaciona una supuesta pareja más joven que él con la que estaría los meses anteriores al crimen y con la que bebía alcohol los fines de semana junto a amigos.

El padre de Alesha, que se encontraba con ella, descubrió su desaparición a las 6.25 de la mañana. Automáticamente llamó a la Policía de Escocia, que lanzó una búsqueda a gran escala para encontrarla. Desesperado ante tal situación, el progenitor de la menor solicitó mediante redes sociales cualquier tipo de ayuda para localizar a la niña: "Alesha ha desaparecido de nuestra casa, por favor ayude a buscarla", suplicaba.

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