Huelga Reino Unido

Continúan las huelgas en Reino Unido: ¿Qué exigen los trabajadores?

Arranca un nuevo paro de los servicios ferroviarios en Reino Unido y del personal de carreteras. También paralizarán su actividad los conductores de autobuses en algunas zonas de Londres, y profesores de autoescuela.

Camiones del servicio postal británico durante una huelga

Camiones del servicio postal británico durante una huelgaEFE

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Comienza hoy un nuevo paro de 48 horas de los servicios ferroviarios en Reino Unido, y se les une el personal de carreteras, como el que asiste tras los accidentes de tráfico o quienes controlan las redes vía cámaras de vigilancia -que se ponen en huelga por primera vez- en varias partes del país. También paralizarán su actividad los conductores de autobuses en algunas zonas de Londres, y profesores de autoescuela.

¿Qué piden?

En 2022 se ha producido la caída más pronunciada del nivel de vida desde que comenzaron los registros. Y los empleados del sector público son los más afectados. Se ha producido un aumento promedio anual del salario básico del 2,2%, muy por detrás de una inflación disparada que en octubre se situó en el 11,1% —la más alta de los últimos 41 años—.

En noviembre ha bajado al 10,7%. Estos sectores piden sueldos más altos para poder hacer frente a la cesta de la compra, las hipotecas o el alquiler, es decir, el coste de vida.

Según las encuestas, el electorado atribuye el caos en el que vive el país a un Partido Conservador desgastado después de 12 años en el poder y guerras internas que han puesto en cuestión de dos meses a tres primeros ministros distintos.

Huelga histórica de enfermeros

Este jueves se ha producido el paro histórico de los enfermeros, la primera vez que se ponían en huelga a nivel nacional. El apoyo a este sector es muy alto: un 54% del electorado respalda los paros reclamando un aumento salarial frente al 23% que se muestra en contra, según las últimas encuestas.

A la estampida de los sanitarios europeos provocada por el Brexit, se suman el goteo de dimisiones por parte de los que no pueden aguantar más carga de trabajo. Solo en Inglaterra, las vacantes han alcanzado un nuevo récord con más de 133.000 puestos a tiempo completo. Un hospital del NHS de Manchester ha llegado a pagar más de 5.200 libras por un médico suplente para cubrir un solo turno. Y no es un caso aislado.

Un país paralizado

La paralización de Reino Unido llega a sus cotas más altas a pesar de que no es fácil emprender una huelga en el país, según la legislación vigente desde 2016. Cualquier empresa o servicio público necesita una participación del 50% de sus trabajadores, y un respaldo de más del 80 entre los que acuden a votar para que salga adelante una huelga.

En su momento, Boris Johnson ya quiso endurecer la normativa. Su sucesora, Liz Truss, tampoco tuvo mucho tiempo en los 42 días que estuvo en el gobierno. Rishi Sunak es ahora quien debe lidiar con un caos que pone más presión sobre el Partido Conservador, al que la oposición laborista saca hasta 25 puntos de ventaja en las encuestas.

Según el ejecutivo, hay dos razones principales que le impiden subir los sueldos y que éstos sean acordes con la inflación. Por un lado, considera que es completamente inasequible. La deuda pública es ya del 97.5% del Producto Interior Bruto, cerca de su nivel más alto desde la década de 1960, y se espera que aumente en los próximos dos años, porque el Gobierno va a gastar más de lo que recibirá en impuestos.

El ministro de Sanidad, Steve Barclay, asegura que el costo de ofrecer a todos los trabajadores del sector público un aumento salarial equivalente a la inflación sería de 28.000 millones de libras, aproximadamente la mitad del presupuesto total de defensa.

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