Operación en Flipinas contra rebeldes

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ERA EL TERRORISTA MÁS BUSCADO DE EEUU

Confirman la muerte de Marwan en el sur de Flipinas

El terrorista malayo Marwan, según confirma el FBI, murió durante la operación de la Policía el 25 de enero en el sur de Flipinas. El ataque de las fuerzas policiales se saldó con la muerte de 44 agentes, siete civiles y once rebeldes.

El FBI ha confirmado que el terrorista malayo Zulkidli bir Hir, alias "Marwan", falleció en el sur de Filipinas durante una polémica operación de la Policía filipina el 25 de enero en la que murieron 44 agentes, informan los medios.

Según varios medios locales, la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI) ha podido confirmar la muerte de Marwan, un experto en explosivos y supuesto responsable de los atentados de Bali (Indonesia) de 2002, tras analizar una muestra de ADN del fallecido, que coincide con el de su hermano, Rahmat Abdhir, detenido en la Bahía de Guantánamo.

"Pruebas preliminares indican que Rahmant Adbhir y la muestra de ADN proporcionada por el Gobierno de Filipinas es consistente con la de dos hermanos que comparten la misma herencia paterna", afirma un informe policial al que tuvo acceso el medio local "Rappler".

Marwan era miembro del grupo rebelde Yemaa Islamiya y estaba en la lista de los terroristas más buscados por Estados Unidos, que había ofrecido una recompensa por su captura de cinco millones de dólares.

También fue responsabilizado de varios ataques sufridos recientemente en el sur de Filipinas, por lo que la Policía del país decidió iniciar una operación para detenerlo en un campamento en el que se encontraba junto a otros terroristas filipinos en Mamasapano, en Mindanao, a unos 960 kilómetros al sur de Manila.

Sin embargo, los miembros de las Fuerzas Especiales de la Policía sufrieron una emboscada durante la operación, en la que murieron 44 de los agentes, además de siete civiles y once rebeldes.

La operación fue muy criticada por los políticos y la sociedad filipina por la aparente falta de coordinación entre los altos cargos del país y las distintas fuerzas de seguridad, ya que más de 300 efectivos del Ejército estaban desplegados en la zona para apoyar a los agentes, pero nunca intervinieron.

El incidente puso en peligro también el frágil proceso de paz firmado en marzo de 2014 entre el Gobierno y el grupo rebelde Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI) tras 45 años de conflicto. A pesar del histórico acuerdo de paz firmado entre el Gobierno filipino y el Frente Moro de Liberación Islámica, varios grupos rebeldes permanecen activos en el sur musulmán de Filipinas.

Representantes del Gobierno y del grupo islámico han iniciado una serie de charlas informales para intentar rebajar la tensión y prevenir una escalada de combates.

Entre 100.000 y 150.000 personas, al menos un 20 por ciento de ellas civiles, han muerto en cuatro décadas de conflicto separatista islámico en Filipinas, que además ha paralizado el desarrollo de una región rica en recursos naturales y ha empobrecido a la población.

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