Reino Unido
Condenada una mujer a cadena perpetua por asesinar a sus dos hijos en el incendio de un coche
La mujer estaba en el coche en el incendio, pero fue llevada a un lugar seguro por un transeúnte.
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Una mujer de 49 años ha sido condenada a cadena perpetua por el asesinato de sus dos hijos en el incendio de un coche. Los hechos ocurrieron en Condado de Westmeath, en Reino Unido.
Lynn Eagar se declaró culpable en un susurro apenas audible de los asesinatos de sus hijos, Telma Dennany de 5 años y de Michael de 2 años. Eagar prendió fuego al coche en el que estaban los dos niños en septiembre de 2022.
El Tribunal Penal Central escuchó que la madre de los niños estaba en el asiento del pasajero y que fue llevada a un lugar seguro por un transeúnte. Eagar solo sufrió "quemaduras leves".
El padre de los niños, Michael Dennany, escribió una declaración para el Tribunal, que fue leída por el inspector Thomas Quinn. Aseguró que los nacimientos de sus hijos fueron los días más felices de su vida. Sostener a Thelma por primera vez, dijo, fue el momento "más aterrador", pero él era el "hombre más feliz del mundo".
"Cuando Michael llegó, dos años y medio después, Thelma se convirtió en la mejor hermana mayor de todos los tiempos. Quería hacer todo por él. Desde el momento en que se conocieron, estuvieron unidos como pegamento: cómplices del crimen intrépidos y traviesos", explicó el padre de los menores en la carta.
También cuenta que el día que ambos fallecieron había planeado recoger castañas después de la escuela, pero que "nunca llegamos a hacer eso". "Su papá debería haber estado allí para protegerlos. Cuando más me necesitaban, fui inútil. Cuando los dejé esa mañana estaban dormidos, no tuve la oportunidad de despedirme. Solo hay dolor y desesperación", lamenta.
"Nunca pensé que los enterraría... El único consuelo que tengo es que estarán juntos para siempre", concluye.
Pidió disculpas por los hechos
La madre de los niños también escribió una carta, que fue leída por su abogado Sean Gillane SC. Eager pidió disculpas a todas las personas que había herido por el "dolor, el horror y el sufrimiento" que había causado a su familia y a sus dos "hermosos hijos". "Mirando hacia atrás, había otros caminos que podría y debería haber recorrido", escribió.
Al final de la audiencia, el juez Paul McDermott impuso cadena perpetua por cada uno de los dos asesinatos.
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