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EEUU | QUERÍAN QUE SUS HIJOS FUERAN INDEPENDIENTES
¿Cómo criarías a 12 hijos? La organización fue la clave del éxito en la familia Thompson
Francis L. Thompson y su esposa tuvieron 12 hijos en el transcurso de 15 años y medio. Quizá por ello y sabiendo que no iba a ser fácil, el matrimonio decidió imponer una serie de normas a sus hijos, que deberían ser cumplidas a lo largo de su crecimiento, aumentando la responsabilidad conforme fuesen más mayores.
Aunque la familia Thompson tenía dinero suficiente para dar a sus hijos cualquier cosa, siempre ha querido que sus hijos fueran independientes. A partir de los 3 años sus hijos tenían que empezar a realizar tareas en el hogar, a esa edad debían ya limpiar los baños. "A los 3 años uno no limpia los baños muy bien, pero a los 4 ya realiza un trabajo razonablemente bueno", ha explicado Thompson para el periódico El Mercurio.
De la misma manera a los 7 años, los hijos debían lavarse su propia ropa, en el día que se les asignaba para ello. Cuando los niños empezaban a leer, ellos tenían que hacer la cena, leyendo una receta. Y sin discriminar, chicos y chicas han aprendido a coser durante su infancia. Asimismo y dependiendo del resultado de las labores, los niños gozaban de privilegios, de esta forma eran castigados si el trabajo no estaba correcto.
El matrimonio, que tenía organizado al milímetro el horario de cada hijo, planificaba para ellos dos horas al día para el estudio. Diariamente los hijos estudiaban de 18:00 a 20:00 horas, los más pequeños sin embargo escuchaban la lectura de algún hermano mayor que leía libros para ellos.
Al cumplir los 16 años, les compraban un coche viejo que tenían que reparar.
En cuanto a la vida familiar, los 15 miembros hacían todas las comidas juntos. Y como ocurría con el resto de rutinas, durante la comida Thompson empleó la técnica de darle a sus hijos aquellos platos que más odiaban en primer lugar, para que siguieran una dieta equilibrada. Además los niños debían realizar algún deporte y estaban obligados a proporcionar servicios a la comunidad.
Thompson reconoce en El Mercurio que en ocasiones se sintieron demasiado severos, "pero aprendimos que si eres estricto, debes serlo con una gran dosis de amor, como abrazos y besos. El padre de familía destaca además que "enseñar a los hijos a a ser honestos, trabajadores, a retribuir a la sociedad, querer a otros y demostrarles la importancia de la educación es la verdadera muestra de amor».
Hoy en día, su hijo mayor ya tiene 37 años y su hijo menor 22. Los 12 poseen un título universitario, o van a la escuela y ellos mismo son los que se han costeado sus estudios. También tienen 18 nietos y dos en camino. El matrimonio, que lleva casado 40 años, atribuye el éxito con los niños, en el reflejo de armonía familiar que le han trasladado a sus hijos.
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