La CNN publica una grabación de Donald Trump clave para la investigación en su contra: "Estos son los papeles"

La cadena de televisión estadounidense CNN ha difundido un vídeo de tan solo dos minutos, pero que podría dar un importante giro a la causa abierta contra Donald Trump. El caso de los papeles de Mar-a-Lago implica al expresidente americano en 37 cargos delictivos.

Entre los casos que se le imputan están el de obstrucción a la justicia y conspiración, ambos tipificados con un máximo de 20 años de cárcel y multas de hasta 250.000 dólares. Y los menos graves, como conspiración, con 5 años de cárcel y la misma sanción económica. La suma de todos los cargos llega a los 400 años de prisión, aunque esto no sería posible en la aplicación.

En su defensa, Donald Trump afirmó que los documentos encontrados ya no eran secretos, sino que ya lo había desclasificado todo, algo que no concuerda con lo que cuenta en el vídeo filtrado por CNN. En la grabación, el expresidente de Estados Unidos habla sin temor de documentos clasificados sobre Irán que tuvo en su poder y que fueron encontrados en su casa de Florida en 2022. Sobre ellos, admite con claridad que siguen siendo secretos. "Estos son los papeles", asegura Trump.

La grabación será clave en la formación de la acusación. En el vídeo habla sobre los planes de ataque a Irán ordenados por el Pentágono: "Dijo que yo quería atacar Irán, ¿no es surrealista?", dice el magnate, mientras se escucha el sonido de papeles agitándose. Trump enseña los documentos sobre el plan y reitera que él tiene la razón: "Tengo una gran pila de papeles, esto solo apareció. Mirad. Esto fue él. Me presentaron esto. Esto es extraoficial, pero me dieron esto. Era él. Esto fueron el Departamento de Defensa y él".

Además, insiste en que no puede hacer pública esta información por que es "secreto, una información altamente secreta". Lo que deja ver que era conocedor de lo que estaba haciendo y del tipo de documentos que tenía en su mano. Al final del vídeo, el expresidente de los Estados Unidos acaba pidiendo, tranquilamente, dos refrescos.

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