Elsa Pataky y Chris Hemsworth

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Australia

Chris Hemsworth y Elsa Pataky sueltan dos demonios de Tasmania en Australia

Elsa Pataky y Chris Hemsworth han colaborado en un proyecto destinado a la repoblación del demonio de Tasmania, una especie marsupial en peligro de extinción que llevaba sin habitar la Australia Continental más de 3.000 años.

Chris Hemsworth y Elsa Pataky han demostrado su compromiso con la naturaleza. El matrimonio ha colaborado en una iniciativa destinada a la conservación del demonio de Tasmania, propio de la Australia Continental, y más concretamente de la Isla de Tasmania. Los restos analizados los últimos años evidenciaban que esta especie marsupial dejó de habitar la zona hace más de 3.000 años.

El programa es una iniciativa de la reserva natural de Barrington Tops, en South Wales, al norte de Sídney, y su intención no es otra que la de repoblar la zona donde estos animales habitaban anteriormente.

Por ello, la ayuda de ambos famosos ha sido esencial: liberar a once demonios de Tasmania para que pudieran correr en libertad por las 400 hectáreas que constituyen la reserva. Así, daban visibilidad y concienciación a la importancia de conservar y reintroducir esta especie marsupial a su lugar de origen.

"Dentro de 100 años vamos a recordar este día como el día en el que se puso en marcha la restauración ecológica de un país entero", aseguraba el presidente de `Aussi Ark´ Tim Faulker, encargado de velar por la protección de esta especie.

La iniciativa fue grabada por las cámaras del Canal 7 News, quienes aseguraban que "como superhéroe, está más acostumbrado a salvar el mundo, pero ahora Chris Hemsworth ha usado sus poderes para devolver a la vida a una especie icónica australiana. Su mujer y súper estrella de Hollywood Elsa Pataky ha ayudado a hacer historia en el continente".

¿Qué son los demonios de Tasmania?

El tamaño y la potencia de su mandíbula es lo que motivó el popular nombre de esta especie marsupial: el demonio de Tasmania. La población de zorros y una enfermedad cancerígena facial, que se transmiten a través de mordeduras, es lo que hace que estén decretados en peligro de extinción desde 2008.