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El carnaval de Notting Hill en Londres dio comienzo con el "Carnaval de los niños", un espectáculo protagonizado por los más pequeños que se vio empañado por la lluvia. "Vengo al carnaval desde niña, pero este es el primer año que participo en el desfile.

En la jornada del domingo también hubo espacio para recordar a las víctimas del incendio de la torre Grenfell, donde 72 personas perdieron la vida en junio del pasado año por un fuego que se extendió en un edificio residencial cercano a Notting Hill.

En cada esquina, los visitantes pueden encontrarse pequeños puestos con comida típica como el pollo picante, los frijoles o el plátano frito, que impregnan de exóticos aromas el vecindario del oeste de Londres. Se estima que más de un millón de personas estén en esta celebración, en la que participan centenares de voluntarios para que las jornadas discurran sin problemas.

En este sentido, como novedad de esta edición, la Policía Metropolitana de Londres (Met) instaló arcos detectores de cuchillos en las inmediaciones del lugar. Si bien las autoridades dijeron que los arcos se encontrarían en "puntos estratégicos", no todo el mundo debe atravesarlos. "No seleccionaremos a personas específicas. Están diseñados para pasar entre la multitud y detectar a cualquier persona que pueda llevar un cuchillo", explicó la superintendente Elisabeth Chapple.

Con esta medida, Scotland Yard espera disuadir a aquellos que hayan podido planear asistir al evento con algún tipo de arma. Además, un total de 13.000 policías -unos 450 más que el pasado año- fueron desplegados en la zona, la cifra más elevada de los últimos seis años.

Esta es la edición número 52 de este carnaval, que tiene sus orígenes en la década de 1950, cuando los primeros inmigrantes afrocaribeños llegaron al Reino Unido y trajeron consigo sus tradiciones musicales. La primera festividad se celebró en 1959 en St. Pancras -ubicado en el norte de Londres- con el objetivo de incentivar las relaciones entre británicos y caribeños.

En 1966, el carnaval se trasladó al barrio de Notting Hill y, desde entonces, su popularidad no ha dejado de aumentar. En la actualidad, este evento se ha convertido en una gran celebración multicultural con un relevante impacto económico para la capital británica. De acuerdo con la Agencia de Desarrollo de Londres, se estima que el carnaval contribuye con uno 93 millones de libras (103,4 millones de euros) a la ciudad.

El carnaval de Notting Hill en Londres dio comienzo con el "Carnaval de los niños", un espectáculo protagonizado por los más pequeños que se vio empañado por la lluvia. "Vengo al carnaval desde niña, pero este es el primer año que participo en el desfile.

En la jornada del domingo también hubo espacio para recordar a las víctimas del incendio de la torre Grenfell, donde 72 personas perdieron la vida en junio del pasado año por un fuego que se extendió en un edificio residencial cercano a Notting Hill.

En cada esquina, los visitantes pueden encontrarse pequeños puestos con comida típica como el pollo picante, los frijoles o el plátano frito, que impregnan de exóticos aromas el vecindario del oeste de Londres. Se estima que más de un millón de personas estén en esta celebración, en la que participan centenares de voluntarios para que las jornadas discurran sin problemas.

En este sentido, como novedad de esta edición, la Policía Metropolitana de Londres (Met) instaló arcos detectores de cuchillos en las inmediaciones del lugar. Si bien las autoridades dijeron que los arcos se encontrarían en "puntos estratégicos", no todo el mundo debe atravesarlos. "No seleccionaremos a personas específicas. Están diseñados para pasar entre la multitud y detectar a cualquier persona que pueda llevar un cuchillo", explicó la superintendente Elisabeth Chapple.

Con esta medida, Scotland Yard espera disuadir a aquellos que hayan podido planear asistir al evento con algún tipo de arma. Además, un total de 13.000 policías -unos 450 más que el pasado año- fueron desplegados en la zona, la cifra más elevada de los últimos seis años.

Esta es la edición número 52 de este carnaval, que tiene sus orígenes en la década de 1950, cuando los primeros inmigrantes afrocaribeños llegaron al Reino Unido y trajeron consigo sus tradiciones musicales. La primera festividad se celebró en 1959 en St. Pancras -ubicado en el norte de Londres- con el objetivo de incentivar las relaciones entre británicos y caribeños.

En 1966, el carnaval se trasladó al barrio de Notting Hill y, desde entonces, su popularidad no ha dejado de aumentar. En la actualidad, este evento se ha convertido en una gran celebración multicultural con un relevante impacto económico para la capital británica. De acuerdo con la Agencia de Desarrollo de Londres, se estima que el carnaval contribuye con uno 93 millones de libras (103,4 millones de euros) a la ciudad.

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