Cónclave
Del cambio de fecha de nacimiento a vaciar el minibar: las curiosidades del Cónclave
Ya están casi todos los cardenales en Roma y la capilla sixtina se prepara para una reunión llena de liturgia
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Es una cita histórica en la que participarán 133 cardenales de todo el mundo. Algunos, por los pelos, hay dos cardenales que no podían haber participado por su edad pero la cambiaron. Es el caso de Philippe Nakellentuba . En sus documentos oficiales figura la fecha del 25 de enero de 1945 y ahora pone 31 de diciembre de 1945. Así lo cuenta el diario italiano 'Corriere della Sera'. Unos meses que le dan el margen necesario para entrar al cónclave, al no superar los 80 años. Este cardenal se encuentra entre el grupo de los 9 mayores, los que rondan los 80 años.
Aunque este cónclave también se caracteriza por la gran cantidad de novatos que participan en él. Es la primera vez para muchos de ellos y es curioso escuchar sus declaraciones cuando se dirigen a las reuniones que se celebran estos días. Cuando se pregunta por ejemplo a Jorge Enrique Jiménez Carvajal, por ejemplo, por la duración del cónclave, responde que sabe que empieza el día 7 y que le han dicho que como mucho durará 3 ó 4 días.
El minibar y la comida
Los cardenales no son los únicos que se recluyen, hay todo un equipo que prepara las comidas que también tiene que estar ajeno a todo lo que pase a su alrededor. Los menús que se preparan son ligeros, basados en la comida italiana y se busca que no provoquendolor de estómago. El desayuno suele consistir en café y tostadas con mermelada. Para comer un entrante, un plato principal y postre y la cena algo más ligera.
De postre suele haber fruta aunque los fines de semana se permite algún dulce como un flan. El vino solo en cantidades moderadas. En otros cónclaves la anécdota ha estado precisamente en el minibar. El cardenal y arzobispo emérito Anselmo Guido Pecorari confesó en una entrevista al 'Corriere della Sera' que un cardenal extranjero, de quien no revela el nombre, pensó que todo lo que había en la residencia de Santa Marta era gratis, incluído el minibar. Así que decidió invitar a todos sus colegas a una copa después de la cena. Le sorprendió mucho la factura.
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