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240 PERSONAS HAN RESULTADO HERIDAS

Al menos 109 muertos por una oleada de atentados en Irak

El país ha vivido este domingo uno de los días más sangrientos en los últimos meses ya que seis de estos ataques tuvieron lugar en barrios de la capital, Bargdad. Los atentados se han desencadenado horas después de que el vicepresidente iraquí, Tareq al Hashemi, fuera condenado a la horca. Desde la guerra civil que se desató en Irak entre 2006 y 2007, la tirantez entre suníes y chiíes y la violencia no se habían recrudecido tanto.

Al menos 109 personas han muerto y otras 240 han resultado heridas por la cadena de atentados perpetrados este domingo en más de una decena de puntos de Irak durante uno de los días más sangrientos de los últimos meses. Seis de estos ataques tuvieron lugar en barrios de la capital, Bagdad, de mayoría chií, que han dejado 51 fallecidos. A ello se suma un atentado contra una base militar de Dujail, a 30 kilómetros al norte de Bagdad, que han causado la muerte de once soldados.  

Además, otras ocho personas han muerto en una explosión en la ciudad de Kirkuk cerca de una fila de desempleados en busca de trabajo como guardias de seguridad para la Iraqi North Oil Company, que se añaden a 16 personas fallecidas por la explosión de dos coches bomba cerca de un templo chií en la ciudad iraquí de Amara, en el este del país, y otros tres muertos en la ciudad de Nassiriya por la explosión de otros dos coches bomba, uno de ellos cerca del Consulado francés.

El resto de fallecidos se reparten entre los atentados registrados en Samarra, Basora y Tuz Jurmato, según han informado fuentes oficiales a la cadena británica Sky News. 

Estos atentados se han desencadenado horas después de que el vicepresidente iraquí, Tareq al Hashemi, fuera condenado a la horca. Al Hashemi ha acusado de forma reiterada al Gobierno de Nuri al Maliki, de mayoría chií, de urdir represalias contra los suníes.

La tensión entre suníes y chiíes se ha intensificado en los últimos meses en forma de intercambio de acusaciones y ataques, mientras que el Gobierno de unidad ha estado sumido en profundas luchas internas. Desde la guerra civil que se desató en Irak entre 2006 y 2007, la tirantez entre suníes y chiíes y la violencia no se habían recrudecido tanto, marcando este domingo el día más sangriento en lo que va de año.

En julio, una cadena de atentados y ataques perpetrados por hombres armados se cobró la vida de 107 personas. El pasado mes, un centenar de personas fallecieron durante la festividad del Ramadán en una ofensiva lanzada por la rama iraquí de la organización terrorista Al Qaeda.

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