Lisboa
El cable roto del funicular en Lisboa en el que murieron 16 personas no cumplía normativa para el transporte de personas
Tampoco cumplía con los requisitos de la propia empresa de transporte urbano.

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El pasado 3 de septiembre murieron 16 personas en el accidente del funicular más popular de Lisboa. El siniestro se produjo por la rotura de un cable que no cumplía con la normativa para el transporte de personas, ni con los requisitos de la propia empresa de transporte urbano. Así lo señala el informe preliminar del Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes de Aeronaves y Accidentes Ferroviarios (GPIAAF), organismo gubernamental encargado del caso.
El documento revela que el cable incumplía tanto los estándares legales como los criterios técnicos establecidos por la propia empresa de transporte urbano que gestiona el funicular, uno de los más emblemáticos de la capital de Portugal.
Por el momento, el Gabinete de Prevención e Investigación de Accidentes de Aeronaves y Accidentes Ferroviarios continúa investigando si hubo negligencia en el mantenimiento o en la supervisión técnica del sistema, mientras las autoridades locales enfrentan crecientes críticas por la falta de controles que podrían haber evitado la tragedia.
El día del accidente, el cable cedió en el punto de fijación a la cabina accidentada
Según el informe preliminar de los técnicos realizados pocos días después del fatal accidente, el cable, que estaba formado por 36 alambres de acero, cedió en el punto de fijación a la cabina accidentada, donde no era visible en la inspección ocular ordinaria.
Ni el corte de la energía ni los frenos pudieron detener el deslizamiento. El citado cable tenía 600 días de vida útil, y en este caso, le quedaban 283 días para ser sustituido.
El sistema de frenado del funicular, activado por el guardafrenos tras la rotura del cable, resultó insuficiente para detener la cabina que descendía sin control por la empinada Calcada da Glória. El informe señala que los frenos no constituían un sistema redundante en caso de fallo del cable de conexión, lo que agravó las consecuencias del accidente.
El funicular de Lisboa, un símbolo histórico que se convirtió en tragedia
El funicular de Gloria, inaugurado en 1885, es el segundo más antiguo de Lisboa y fue declarado Monumento Nacional en 2002. Este funicular conecta la Plaza de los Restauradores con el mirador de Sao Pedro de Alcantara, en el Barrio Alto, y es capaz de transportar a más de tres millones de pasajeros al año.
En su origen, funcionaba con un sistema de contrapeso de agua, después de vapor y desde 1915 con energía eléctrica.
Su estructura de hierro y madera, con reminiscencias de la estética de Gustave Eiffel, lo convirtió en una atracción turística y en un emblema de la ciudad.
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