Posesión de armas en EEUU

Bush, Obama, Trump y ahora Biden: el eterno debate sobre la posesión de armas en Estados Unidos

Tras la masacre producida en Texas, Biden quiere imponer medidas urgentes para prevenir más episodios como este.

Publicidad

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha comparecido en plena conmoción tras la masacre de Texas, en la que un joven de 18 años, Salvador Ramos, ha matado a 19 niños y dos profesoras en un colegio de Uvalde. Biden ha destacado la importancia de implantar una regulación más estricta de las armas para prevenir más situaciones como ésta. De esta manera, vuelve a la luz un debate que han tratado otros presidentes norteamericanos como Bush, Obama y Trump.

El derecho a la posesión de armas, fundamental en EEUU

El derecho a portar armas en Estados Unidos está garantizado por la segunda enmienda de la Constitución. "Estoy harto y cansado de esto. Este tipo de tiroteos masivos nunca pasan con tanta frecuencia en otros países como en América. ¿Por qué tenemos que convivir con esta carnicería?", ha declarado Biden.

Salvador Ramos, autor del tiroteo, adquirió el fusil un día después de cumplir 18 años. El líder de los demócratas pide endurecer las leyes para que el acceso a las armas no sea tan sencillo. Sin embargo, Biden no es, ni mucho menos, el primer presidente en cuestionar esta ley. Cada vez que ocurre una tragedia de estas características, sale a la palestra esta cuestión.

El eterno debate de las armas

La regulación de las armas lleva estancada en el Congreso estadounidense desde hace décadas debido al bloqueo de los republicanos. Esto se debe a que el lobby de las armas ejerce un gran poder sobre el Partido Republicano y financia a parte de sus candidatos y congresistas.

Precisamente Joe Biden, cuando ejercía como senador en 1994, propuso prohibir las armas de asalto. Apoyado por el presidente Clinton, la norma salió adelante, pese a la oposición de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés). Su líder, el actor Charlton Heston, respondió diciendo que solo le quitarían el fusil de sus "manos frías y muertas".

Diez años después, la ley sería derogada por Bush hijo. Tiempo más tarde, el presidente Barack Obama, tras la matanza de Sandy Hook, intentó llevar a cabo un plan de control de armas que fue rechazado por el Senado. Se necesita una mayoría cualificada para limitar lo que la Constitución considera un derecho fundamental.

En 2016, la NRA apoyó al candidato Donald Trump con 20 millones de dólares. Una vez elegido presidente, recompensó a sus "amigos" dejando las cosas como estaban.

Casi 30 años después, la historia continúa. Hoy, un senador ha rogado "de rodillas" a "sus colegas" que, de una vez por todas, se limite el acceso a las armas. No obstante, por historia y por ley, no parece que las cosas vayan a cambiar.

Publicidad