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EN PENDLETON | OREGON

La buena acción de un hombre renovando la casa de un anciano retirado se vuelve viral

Josh Cyganik, trabajador para la compañía de trenes de Union Pacific, escuchó cómo unos jóvenes insultaban a un Leonard Bullock, de 75 años, por el mal estado en el que se encontraba su casa. Ese fue el momento en el que Cyganik decidió poner cartas en el asunto y se embarcó en el proceso de renovar la casa del anciano.

Durante los últimos 4 años, cada mañana Josh Cyganik ha saludado a Leonard Bullock, de 75 años.

La casa de Bullock está delante de un tramo de la línea de tren de la Union Pacific en Pendleton, Oregon, lugar donde Cyganik y sus compañeros de trabajos desempeñan su labor de mantenimiento de las vías del tren.

"Siempre está allí sentado. En cuatro años jamás habíamos cruzado palabra, tan solo un saludo", cuenta Cyganik, "nunca hablé con él hasta el día que escuche lo que aquellos críos le decían".

En un soleado día de julio, Josh pudo escuchar como unos adolescentes gritaban que la casa de Bullock debería ser derruida por su mal estado.

"Vi el gesto en la cara de Leonard, sé que el comentario le dolió", explica Cyganik, "sé que el comentario le dolió. Tuve el suceso rondando en mi cabeza durante un par de días, hasta que me decidí a tomar cartas en el asunto".

Josh logró que algunos compañeros de trabajo se uniesen a él, y también consiguió que su amigo Brian Christensen, gerente de una tienda de carpintería, se sumase al proyecto, y aportase parte del material necesario.

El día que le propusieron lo que querían hacer, Leonard confiesa que tuvo "que contener las lágrimas".

"Vi el gesto en la cara de Leonard, sé que el comentario le dolió"

Sin embargo, Josh pensaba que siendo tan solo 6 personas, iban a tardar bastante en acabar la obra, es por ello que explicó lo sucedido en un post de Facebook, en el que además pedía ayuda a sus amigos.

No obstante, Cyganik no esperaba que su publicación tuviese la repercusión que tuvo, ya que en apenas unas horas había sido compartida más de 6.000 veces.

El día que Josh anunció que empezaba la obra, el constructor se llevó la grata sorpresa de que en el porche de Leonard le esperaban 20 voluntarios.

Pero a medida que pasaban las primeras horas de la mañana, empezaron a llegar más personas. "Antes del mediodía, ya eramos alrededor de 100 personas", narra Josh.

"Fue una gran experiencia. Por un lado está el hecho de ayudar a Leonard, pero también está el ver la bondad de la gente, al unirse al proyecto o acercarse a donar herramientas... !Incluso Starbucks vino¡ Nos trajeron comida y bidones de té helado", añade.

Lo que al principio iba a ser un proyecto de lijar la pintura vieja de la casa de Leonard para darle una nueva capa, se convirtió en un proyecto extremo de renovación.

La gente donó puertas y marcos de ventanas aparte de otros útiles para la casa, y Josh y compañía aceptaron el reto renovando todo aquello que pudieron.

Cyganik explica que los medios le tildan de "héroe", término que el rechaza: "No soy un héroe, tan solo escuché algo que me molestó y vi que una buena persona estaba sufriendo por ello".

Además, Josh explica que para él, lo más importante de esta historia es el haber conocido finalmente a Leonard.

Aunque Cyganik confiesa que también le alegra contar que "empezamos la obra a las 8 de la mañana, y sobre las 8 de la tarde ya habíamos terminado. Mi amigo Buck, que vive cerca de la residencia de los Bullock, paso por delante de su casa sobre las 11 de la noche, y me contó que Leonard seguía allí sentado en el porche, con una sonrisa de oreja a oreja".

El antes y después de la casa de Bullock

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