El mes de agosto supone el inicio de la temporada de incendios en el Amazonas, ya que es la época más seca y calurosa del año en la zona. Cada año se detectan centenares de fuegos por toda la región, pero este 2020 está suponiendo un récord respecto a lo sucedido en los últimos años. Durante los primeros días del octavo mes del año se han contabilizado más de 10.000 incendios en la Amazonía, lo que supone el mayor número registrado en los últimos diez años.
Para uno de los responsables del área forestal de Greenpeace Brasil, Rómulo Batista, las cifras son "el resultado directo de la falta de una política ambiental de este gobierno. Tenemos más incendios que el año pasado". Pero los activistas no son los únicos que culpan directamente al Gobierno brasileño: Candido Bacher, director general del banco más grande de Brasil, Itaú Unibanco, asegura que "es una situación muy preocupante. La política ambiental del gobierno sobre el tema de la Amazonía no está funcionando".
La incredulidad de Bolsonaro
Todas las miradas apuntan a Jair Bolsonaro. El presidente brasileño ha asegurado que las cifras que se están publicando son "una mentira". Además, ha recordado la medida tomada en el mes de julio, cuando su ejecutivo prohibió cualquier tipo de fuego provocado en la región de la Amazonía y de Pantanal durante cuatro meses. Los datos confirman que esa medida no está funcionando como esperaban.